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Cuando entro por la puerta de casa, huele a restaurante italiano. Me giro hacia Tae, que me lanza una mirada en plan «¿qué coño pasa?» y yo me encojo de hombros como diciendo «y yo qué leches sé», porque es que sinceramente no lo sé. Me agacho a desatarme las botas negras desgastadas y después sigo el delicioso aroma hasta la cocina. Cuando llego a la puerta, parpadeo como si acabara de ver un espejismo en el desierto.

El culito sexy de Jungkook saluda a mis ojos. Está agachado sobre la puerta del horno con los guantes de color rosa de Hoseok mientras saca una fuente humeante de lasaña dela bandeja del centro. Ante el sonido de mis pasos, mira hacia atrás y sonríe.

—Oh, hola. Justo a tiempo.

Todo lo que puedo hacer es mirarlo boquiabierto.

—¿Jin? ¿Hola?

—¿Has hecho la cena? —suelto.

Su expresión alegre se tambalea ligeramente.

—Sí. ¿Está bien?

Estoy demasiado aturdido, y sinceramente conmovido, como para contestar.

Afortunadamente, Yoongi aparece en la puerta y responde por mí.

—Nene, huele genial.

Hoseok llega después de Yoongi.

—Voy a poner la mesa —anuncia.

Mis tres compañeros entran en la cocina; Hoseok y Yoongi ayudan a Jungkook, mientrasque Tae está a mi lado, sorprendido.

—¿También cocina? —suspira.

Algo en su tono... bueno, no es «algo»; es el inconfundible tono de querer algo que no se tiene y que provoca que mi guardia se dispare veinte metros hacia arriba. No me jodas. No puede estar de verdad por él ¿no? Pensé que solo quería echar un polvo, pero la forma en que lo está mirando ahora mismo...No me gusta una mierda.

—Amigo, déjala quietecita en los pantalones —balbuceo, lo que provoca una risitade Tae, que obviamente sabe en qué estaba yo pensando y conoce mi opinión sobre esos pensamientos.

—Joder, esto tiene una pinta estupenda —dice Hoseok mientras está de pie junto a la fuente de lasaña con un cuchillo y una espátula.

Los cinco nos sentamos en la mesa que Jungkook no solo ha hecho el esfuerzo de limpiar, sino que además ha cubierto con un mantel azul y blanco. Me ha hecho la cena. Y la verdad es que... como que...me gusta.

—¿Te vas a disfrazar mañana? —le pregunta Hoseok a Jungkook mientras le sirve una porción de lasaña de tamaño modesto en su plato.

—¿Para qué?

Hoseok sonríe.

—Halloween, idiota.

Jungkook deja escapar un gruñido.

—Oh, mierda. ¿Es mañana? Te juro que no sé en qué día vivo.

—¿Quieres saber mi sugerencia de disfraz para ti? —interviene Yoongi —. Enfermero sexy. En realidad, que le den por culo a eso, vivimos en el mundo moderno: doctor sexy. ¡Oh! O piloto de la Marina sexy.

—No voy a ir de «sexy» nada, muchas gracias. Ya es bastante chungo que me tenga que quedar repartiendo bebidas en la residencia para la Ruta Anual de Halloween.

Me río.

—Mierda, ¿te han liado para hacer eso?La Ruta Anual de Halloween consiste en que la gente entra en una residencia, le dan bebidas gratis, y a continuación pasan a la siguiente residencia. He oído que en realidad es mucho más divertido de lo que parece.

Prohibido EnamorarseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora