Sólo tomé la mano de Hyunjin hasta llevarlo a mi puerta. Sentía la mirada de Innie sobre mí mientras buscaba desesperada las llaves en mi bolso.
La puerta de aquel se cerró dejándonos al de pelo negro y a mi solos por el pasillo.
Seguía peleándome con todas mis cosas en el bolso sin poder hallar las malditas llaves, hasta que Hyunjin me tomó de los hombros obligándome a mirarlo a la cara.— Basta, déjame, yo las busco.
Con paciencia, el chico sacó el llavero en sus dedos dedicando una mirada que francamente me estaba molestando. Aunque, en realidad, no era eso lo que me estaba hirviendo la sangre, sino el hecho de que a todos se les hacía divertido reemplazarme con tanta facilidad como si fuera un simple control remoto; mi madre con su trabajo, mi padre y el alcohol, Jisung y la tal Lina, y ahora Jeongin....
Todo estaba empeorando y no encontraba una forma de huir de todo esto.— ¿Quieres pasar?
— No creo que sea buena idea
— ¿Por qué? Vamos! La pasaremos bien...
— Basta T/N, no es el momento
— No te hagas, sé que sabes lo que quiero y tú también — dije con codicia
— Si, pero no así. T/N, sé lo que estás pensando, por favor no intentes usarme para desquitarte con...quien sea. Así no eres tú.
Mi rostro cambió. Sus palabras contenían tanta verdad que me avergonzaba lo que estaba planeando hacer. Ya no sabía en quien me estaba convirtiendo, mis ojos comenzaban a humedecerse por lo que giré mi rostro evitando que me viera de esa forma. Más, no entendía cómo, él sabía actuar en ese tipo de situaciones, colocó sus manos en mis mejillas volteando mi rostro hacia él y con su pulgar acariciaba levemente la piel.
— Es normal que sientas rencor hacia aquellos que crees que se van — decía en un susurro dulce — pero debes enfocarte en ti y en aquellos que están a tu lado cuando es necesario. Tú no tienes la culpa de las decisiones que toman los demás, no eres el problema, ¿de acuerdo?
Mi mirada se desviaba, sentía como mi cuerpo se debilitaba con cada palabra que pronunciaba.
— Mírame. Eres realmente hermosa T/N, inteligente, divertida. Tenerte en la vida es un regalo y estoy agradecido por eso, debes saberlo.
Me acercó a él y me rodeó con sus brazos, dejándome recostar mi cabeza sobre su pecho y dejaba un ligero beso en mi frente. Su abrazo era fuerte y consolador, podía sentir que todo lo que decía venía desde su corazón. Mis brazos se encontraban rodeando su torso, en ese momento, me sentía segura.
Se alejó sonriendo y sin más que decir, me pidió que entrara al apartamento y que descansara.
Mi cabeza estaba invadida de preguntas sin sentido, no entendía porque sentía tal decepción hacia Jeongin si, no había nada entre nosotros. Aunque de sus labios se pronunciara aquella declaración, jamás hubo nada oficial, era simplemente que se acompañaba uno en el otro.
Terminé convencida de que esa clase de relaciones, casuales y sin compromiso, no eran lo mío. Debía aceptar que era el momento de estar sola, aunque doliera, era lo mejor para mí.
A la mañana siguiente, justo cuando iba saliendo por la puerta, el vecino estaba esperando por mí en medio del pasillo, su cabello estaba desordenado y sus ojos aún hinchados de haber dormido.
Me quedé mirándolo por un instante, pronto me di cuenta de que la atracción ya no estaba, no sentía nada estando frente a él.— ¿Necesitas algo? — pregunté por cortesía.
— Quería... aclarar lo de anoche
Reí por lo bajo — No te preocupes Jeongin, no pasa nada — solté sin ningún tipo de rencor.
Anoche, no me molestaba el hecho de que estuviera con la otra chica, sino, que se estaba volviendo tóxico para mí el depender emocionalmente de los que están a mi alrededor, aún sabiendo que no me deben absolutamente nada.
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Vuelve A Mi (Han Jisung & T/N)
RomanceT/N apenas se acostumbraba a la vida en Seúl, aunque poco a poco veía como todo empeoraba. Pronto alguien llega a su corazón y no será fácil sacarlo de allí, aunque tenga que pasar por situaciones que la destruirán, entenderá que jamás podrá soltar...