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Emilio terminó de colgar sus camisas en el balcón e ingresó a su habitación lanzándole una de sus camisas limpias a Leidy, quién estaba bien cómoda acostada en su cama.

— ¡Hey! — Leidy se sobresaltó al sentir la camisa golpear su rostro

— ¿Qué crees que haces? Vete a tu habitación, quiero dormir un rato — le dijo Emilio

Leidy rodó los ojos sentándose en la cama y mirando a su amigo.

— ¿Dormir? Nosotros cómo superiores que somos de esos de primer año debemos estar viendo cómo piden nuestras firmas y... Por cierto ¿qué tal te perecieron?

Emilio no respondió inmediatamente, al contrario se quedó por unos segundos en silencio recordando lo que ese día había vivido cómo líder de la facultad de ingeniería, recordando también a la menor de cabello negro que interrumpió junto a su amigo lo que su compañero decía.

— Están comunes, realmente los ví a todos y se ven tan débiles con esas caras de miedo que nos pusieron cuándo comenzamos a hablar con ellos

Leidy se rió divertida.

— Claro y más por esos 2 que hiciste poner de pié, se morían de la vergüenza... Fué gracioso

Emilio rió un poco también.

— Debemos vernos fuertes y estrictos ante ellos y tienes razón debemos estar viendo cómo piden las firmas, pero conmigo no será fácil obtener una

— Y conmigo tampoco, voy a divertirme mucho éste año — dijo Leidy con un tono divertido

Emilio negó con su cabeza divertido y después de minutos ambos decidieron salir del edificio e ir a la zona del patio de comidas a esperar que estudiantes de primer año se acercaran a ellos para pedir sus firmas.

Y la verdad es que Emilio y Leidy eran de las personas más populares y admiradas en toda la universidad, las chicas y chicos prácticamente se morían con sólo verlos, además que venían de familias muy adineradas y eso les daba un estatus según más alto ante sus otros compañeros. Ambos  han sido amigos desde la adolescencia y se tenían mucho aprecio, además que estudiaban la carrera de sus sueños juntos y también juntos conquistaban a muchas chicas y chicos porque si por algo se conocía a Emilio y a Leidy era porque ambos eran muy coquetos y habían salido con varias chicas de esa universidad en éstos años que estudiaban allí.

Y resulta ser que ni bien salieron del edificio dónde vivían varias chicas y chicos juniors de su facultad se acercaron a ellos a pedir sus firmas, pero entre miradas y sonrisas conspirativas ambos amigos decidieron pedirles a cada uno de los menores sus números de celular y así a cambio les darían sus firmas, obviamente todos con gusto aceptaron y así pasaron el resto de ese día Emilio y Leidy pidiendo cosas a cambio de sus firmas a los estudiantes de primer año.

Pero por otro lado Elyzabeth se sentía feliz mientras miraba las 36 firmas que había conseguido en el poco tiempo de haber pedido a los superiores de las diferentes facultades sus firmas, tanto su libreta cómo la libreta de su amigo estaban rellenándose de las firmas necesarias. Pero mientras iba caminando escuchó y también pudo ver cómo varios de sus compañeros de primer año estaban bailando ridículamente, otros cantando alguna canción estúpida según Elyzabeth y otras chicas tomándose fotos con los superiores hombres y Elyzabeth se pudo fijar que ellos estaban haciendo todo eso a cambio de las firmas de los superiores. Le pareció tan ridículo e innecesario hacer esas cosas y se molestó por ver cómo esos de tercer y cuarto año se aprovechaban de sus compañeros y no le sorprendió para nada ver allí en esos grupos al líder de su facultad Emilio y a su amiga la burlona Leidy tomándose fotos con sus compañeras mientras se reían de ver cómo los otros menores hacían cosas ridículas.

El Inesperado Amor De Un Angel // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora