La vida de Emilio, un estudiante universitario popular de la facultad de ingeniería, de carácter fuerte, obstinado y siempre sintiéndose superior a los demás se vé cambiada inesperadamente ante la llegada de él... De su ángel.
✔ Adaptación Autoriza...
Emilio miraba con su rostro serio a Joaquín, quién decidió sentarse en la cama mientras Emilio estaba de pié.
El castaño supuso que algo andaba mal con su novio, pues desde que lo vió en la puerta mirándolo con su expresión seria supo que efectivamente Emilio estaba molesto por alguna razón.
Emilio estaba molesto, efectivamente ese día había sido uno de los peores que había tenido, empezando con la llegada sorpresiva de sus padres a su habitación también con la presencia de Karol y además que Joaquín la pasó incómodo fué muy evidente y ni acabó ahí la cosa, pues cuándo cuándo recorriendo el campus con sus padres y Karol pudo ver cómo su novio estaba con su rostro cerca al de Eduardo y ganas no le faltaron de ir a alejar al ojiazul de Joaquín a golpes, pero con sus padres ahí junto a él no pudo hacer nada.
Ahora estaba mirando a Joaquín, realmente no quería discutir con él por culpa de Eduardo, pero se sentía tan molesto cada vez que veía a Eduardo cerca de su novio.
— ¿Cómo estuvo tu día? ¿Que estuviste haciendo? — Emilio le preguntó a Joaquín aún no quería mencionar a Eduardo en su conversación
Joaquín miró a Emilio.
— Fuí a clases y después me encontré con Eduardo estuvimos hablando y luego ya pasé aquí
Y Joaquín no le mentía porque realmente fué así.
Emilio con sólo escuchar el nombre de Eduardo en la boca de Joaquín se enojaba y fastidiaba aún más.
— ¿Solo estuviste hablando con ese?
Joaquín frunció un poco el ceño confundido ante la pregunta de su novio.
— Sí ¿que más haría con mi amigo?
Emilio negó con su cabeza y ya no dijo nada.
Sabía que si seguía hablando de Eduardo y de los celos que sentía cada vez que miraba a Joaquín cerca de él terminaría discutiendo con su ojimiel y no tenía ganas de aquello.
— Bebé, yo quería pedirte disculpas también... Por mis padres, ellos suelen ser así de fríos que ignoran a las personas y...
— Está bien Emilio, yo entiendo realmente no tienes que disculparte ni nada
Emilio asintió con su cabeza ya más tranquilo aunque esa imagen de Joaquín y Eduardo tan cercanos no se eliminaba de su mente todavía.
Esa noche fué muy rara y también muy distante parecía que Joaquín y Emilio estaban bien con su relación, pero realmente algo empezaba a andar mal con ellos.
Pues esa noche aunque se durmieron aclarando las cosas que habían pasado ese día, ninguno de los dos se sentían completamente felices ó bien.
Durmieron juntos, pero no abrazados cómo solían hacerlo cada noche.
Emilio con sus pensamientos de Eduardo tan cerca de su novio.
Y Joaquín con sus pensamientos de lo que le había pasado ese día con su vista y su palidez repentina.
Sólo esperaban que las cosas estuvieran mejor los días siguientes...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
