El Inesperado Amor De Un Angel // Adaptación Emiliaco

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— Pero tú me dijiste que...

Joaquín fué interrumpido por Sian, quién estaba muy atento a cualquier mínimo movimiento de Joaquín, quién seguía de pié en la estructura de la azotea.

— Cuándo recibimos los resultados de los exámenes me salió que ya no había células cancerígenas en mí, el tratamiento funcionó

— ¿Porqué no me lo dijiste en ese momento?

— Porque te acababas de enterar que tenías otro tumor, no podía estar feliz cuándo tú la estabas pasando mal

Joaquín empezó a negar con su cabeza y nuevamente a llorar.

— Soy una mala persona... Un mal amigo, por mi maldito tumor tú no celebraste tu sanación, no es justo Sian... Perdón

Sian negó con su cabeza y se acercó más a Joaquín tocando la bata de su pijama muy suavemente.

— Eres el mejor amigo que he podido tener, gracias a tí he sido una mejor persona Joaquín... Puede escucharse egoísta, pero... Agradezco haberte conocido aquí, la señora Blanca, el señor Eugenio y tú son lo más maravilloso que he podido tener después de la muerte de mis padres, te lo pido, te lo ruego no me dejes sólo, no ahora... Ya la señora Blanca se fué, el señor Eugenio también y sólo te tengo a tí mi bonito ángel de ojitos mieles... Entiendo lo que puedes estar sintiendo y pensando en éste momento yo también he estado ahí en tu puesto varias veces parado en la deriva de que pasaría si diera un paso hacía adelante, pero después pienso que mis padres no querrían que hiciera eso, Eugenio se decepcionaría de mí y la señora Blanca se entristecería mucho, no puedo prometerte que si bajas de ahí que todo mejorará inmediatamente, pero si te puedo asegurar que trataré de que eso suceda Joaquín, sé que no quieres hacer eso, no quieres sólo morirte y ya, sé que aún tienes varias cosas pendientes por hacer y personas que deseas ver personalmente, así sea una vez más, dame tu mano ojitos mieles y juntos veamos mañana cómo el día es soleado y ya no nublado cómo lo está hoy, dame tu mano y sigue demostrándole a todos que eres un ángel valiente, un inesperado ángel que puede luchar y rendirse y caerse, pero levantarse y continuar luchando, hazlo por tí, por tus padres que tanto te aman y piden por tu sanación, por tu mejor amiga que ama llamarte enano, su enano, por Eduardo, quién te mira con mucho orgullo, por Eugenio que aunque no está presente físicamente aquí, él quería que lucharas y lucharas tanto cómo él lo hizo por demasiado tiempo, por mí que puedo ser un pésimo bromista con una fracasada mente suicida, pero que trató de ver esos colores cálidos que tú ves del mundo y por él... Por Emilio que aunque no lo conozco sé que él está esperándote, quizás esperando algo de tí, habemos personas que te apreciamos tanto por ser eso, un maravilloso ángel de sonrisa dulce y ojitos mieles, dame tu mano por favor...

Sian le había hablado de una manera muy suave a Joaquín, quién vió la mano de Sian nuevamente ser extendida para que él la agarrara, pero Joaquín miró hacía al cielo por un momento, alzó su mirada al cielo nublado de ese día y negó con su cabeza para nuevamente dirigir su mirada a la mano de Sian ya así agarrándola finalmente lo que hizo que Sian se moviera rápido y ayudara con cuidado a bajar a Joaquín de esa estructura y una vez ya a salvo, Joaquín se aferró al cuerpo de Sian abrazándolo y llorando fuertemente mientras Sian también lo abrazó y empezó a llorar sin decir ninguno de los dos nada.

Habían cosas que se necesitaban asimilar con cuidado cómo el hecho que Joaquín sí.

Ese día Joaquín había tratado de suicidarse.

Algo duro de asimilar, pero tan real y tan doloroso.

Pero quizás y esos momentos grises de Joaquín desde ese momento iban a cambiar a momentos llenos de colores.