La vida de Emilio, un estudiante universitario popular de la facultad de ingeniería, de carácter fuerte, obstinado y siempre sintiéndose superior a los demás se vé cambiada inesperadamente ante la llegada de él... De su ángel.
✔ Adaptación Autoriza...
Joaquín sintió a alguien tocando su hombro y finalmente abrió sus ojos.
— ¡Hey joven!
Joaquín se despertó completamente y apreció al hombre que lo miraba serio.
— Debes irte, pronto llegarán a limpiar las aulas. Tu amigo me explicó todo, así que no pierdas tiempo y vete del edificio
El guardia ayudó a Joaquín a ponerse de pié, su espalda le dolía efectivamente al igual que su cuello, pero de todas maneras agarró su cuaderno y la camisa de Emilio, la cuál iba a lavar y después devolvérsela.
— Gracias...
Le dijo Joaquín al guardia para finalmente irse de allí.
No sabía dónde estaba Emilio, pero después pensaría en todo lo que pasó y sintió la noche anterior, ahora debía ir a su dormitorio a hacer la tarea que le faltaba y arreglarse para ir a clases.
Se apresuró en acabar su tarea, no se le hizo difícil así que la acabó rápido, también se bañó aunque no desayunó más que una manzana y después se tomó sus medicinas, todo lo hizo rápido y se fijó que pronto iba a comenzar su primera clase y dónde debía presentar las tareas, así que se apresuró en ir a la habitación de al lado y se encontró con Elyzabeth, quién también ya estaba lista para ir a clases.
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Por otro lado y ya más tarde Emilio se encontraba en su salón de clases, se estiraba cada momento, pues su espalda le estaba doliendo todavía, Leidy lo miraba curiosa.
— ¿Qué te pasa?
Emilio miró con cara de adolorido a su amiga tocándose el cuello.
— Me duele el cuerpo...
— ¿Como así? ¿Acaso dormiste en el piso ó qué? — Leidy bromeó riéndose, pues ella creía que Emilio sí había ido a su dormitorio a dormir
— Algo así...— dijo en un susurro Emilio quedándose en silencio
Recordó en ese momento a Joaquín, todo lo que había pasado la noche anterior con él.
Esa mañana muy temprano él se despertó y lo primero que vió fué a Joaquín acurrucado a su lado aún dormido, sin despertar a Joaquín se levantó y se apresuró en ir a la entrada del edificio y para su suerte el guardia ya estaba allí, le explicó que él y un amigo se habían quedado allí encerrados por tardarse en salir y también le pidió que fuera a despertar a su amigo, quién se encontraba durmiendo en el quinto piso.
Ya de allí él se alistó para ir a clases y en éstos momentos pensaba en Joaquín, se preguntaba si había acabado su tarea y si la había alcanzando a presentar.
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