78

189 19 16
                                    









1 semana después...












Los días habían pasado muy rápido desde que Eugenio murió producto a un paro cardíaco, lamentablemente su situación con respecto a su cáncer ya estaba avanzado y la operación reciente que había tenido no lo ayudó para nada.

En el área dónde pertenecía Eugenio los doctores y enfermeros aún lamentaban su muerte ya que le habían agarrado demasiado aprecio a ese señor por ser un maravilloso y respetuoso hombre.

Y si ellos se sentían mal por el fallecimiento de Eugenio mucho peor se sentía Sian, aunque éstos 2 últimos días había tratado de mantenerse calmado y no pensar tanto en esa noche dónde sintió cómo sus ganas de vivir se habían ido.

Éste día caminaba por los pasillos de su área, era día de visitas y cómo simplemente nadie lo visitaba a él no debía estar en su habitación esperando a que alguien apareciera, cruzó por la habitación que por mucho tiempo fué de Eugenio, por el momento ningún nuevo paciente había sido transferido a esa habitación y para Sian era mejor así, no podía ver a otra persona en esa habitación dónde muchas veces pasó junto a Eugenio.

Lo extrañaba demasiado.

Sian siguió caminando y se detuvo en otro pasillo al ver a los padres de Joaquín y a su mejor amiga Elyzabeth hablando con uno de los doctores de cabecera en el caso de Joaquín, no quería ser imprudente, pero necesitaba escuchar de que hablaban y entender porqué sus caras mostraban preocupación. Se acercó sólo un poco más, pero sin que nadie de los seres queridos del ojimiel pudieran verlo.

— Estoy preocupada por mi niño, cómo es eso que no quiere vernos — decía Elisabeth

Sian sólo escuchaba atento.

— Y cómo es eso que no se está tomando sus medicamentos y se rehúsa a realizar las quimioterapias, debemos hablar con nuestro hijo — decía el papá de Joaquín

— Entiendo su preocupación señores, pero el joven Bondoni fué claro en comunicarnos que por hoy no quería recibir a nadie y respecto a su tratamiento estamos junto a mis colegas haciendo todo el esfuerzo necesario para que Joaquín siga recibiendo sus medicinas y las quimioterapias, aunque no ha deseado realizarse ningún bloque y las enfermeras nos han comunicado que sus cápsulas siguen intactas y sólo obligatoriamente se las termina tomando de cualquier modo estamos pendientes de su hijo — habló el doctor

Sian ya no quiso escuchar más y se alejó de ahí para inmediatamente ir a la habitación de Joaquín, la verdad es que desde aquella noche dónde Eugenio partió de éste mundo Sian no había vuelto a ver ni hablarse con Joaquín, ya había pasado 1 semana y ellos en ningún momento de esos días se habían visto, pero Sian necesitaba su tiempo a solas para meditar y finalmente asimilar que lo que había pasado era real y sólo debía seguir luchando por su vida cómo Eugenio hubiera querido.

Iba caminando muy rápido a la habitación del castaño, se sentía algo molesto por haberse enterado que Joaquín no quería tomar sus medicinas, las cuáles eran muy importantes para su recuperación y más aún realizarse los bloques de quimioterapia.

Llegó a la habitación de Joaquín y ni siquiera golpeó la puerta antes de entrar, sólo la abrió y allí lo vió a él llevándose la sorpresa que Joaquín estaba más delgado que antes, demasiado pálido y su cabello estaba por dejar de existir.

Joaquín se sorprendió mucho al ver a Sian en su habitación estaba ahí frente a él.

Sian llevó sus ojos a la mesita dónde Joaquín tenía sus cápsulas y efectivamente las cajas estaban llenas lo que indicaba que Joaquín no se había estado tomando sus medicamentos.

El Inesperado Amor De Un Angel // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora