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— ¿QUÉ DICES? ¿ME ESTÁS JODIENDO JOAQUÍN? — Emilio gritó del otro lado de la línea

— Emilio...

— ¿Porqué demonios estás con ese imbécil Joaquín? Responde ¡Maldita sea!

— ¡Bondoni! Paciente Joaquín Bondoni, debe ingresar a la sala — interrumpió a Joaquín una enfermera

— Hablamos después Emilio — le comunicó Joaquín por el celular

— No, no espera Joaquín dime que...

Y cortó la llamada.

Joaquín colgó la llamada y también apagó su celular ya que iban a realizarle 2 exámenes más.

Ingresó a esa sala muy triste por lo que acababa de suceder con Emilio, sabía que su novio se había molestado al saber que él se encontraba en esos momentos con Eduardo.

— Tranquilo Joaquín, ahora no pienses en nada — le habló calmado Eduardo

Joaquín lo miró y le sonrió tan sólo un poco.

Pero le era inevitable no pensar en Emilio, sabiendo muy bien que Emilio tenía motivo suficiente para estar molesto con él ya que le había mentido, no había sido sincero con él.

Emilio por otro lado estaba a nada de enloquecer ya que se sentía muy molesto al saber que Joaquín estaba con Eduardo y no con Elyzabeth cómo su novio le había dicho, lo había tratado de llamar después de que Joaquín cortó la llamada, pero no lograba comunicarse con él ya que el celular de su ojimiel estaba apagado.

Estaba muy intranquilo, sin saber ni entender a Joaquín y porqué razón le había mentido.

Y más aún se estaba preguntando dónde y qué estaban haciendo Joaquín y Eduardo juntos.

Todo eso lo tenía muy fastidiado.

Joaquín por su parte acabó de realizarse todos los exámenes necesarios.

— En 3 días los resultados de todos los exámenes que se realizó estarán listos y le serán entregados joven — le informó una enfermera a Joaquín

— Muchas gracias — simplemente dijo Joaquín

— Gracias, entonces en 3 días estaremos aquí. Hasta luego — se despidió Eduardo saliendo ya de ese sitio con Joaquín a su lado

Cómo habían pasado toda la mañana en la clínica, no habían comido nada y el reloj indicaba que ya era pasado del mediodía por lo que Eduardo tenía hambre.

— ¿Vamos a un restaurante? Muero de hambre Joaquín

El ojimiel simplemente asintió con su cabeza estando de acuerdo, no podía sentirse feliz, pues en su mente sólo estaba Emilio.

Eduardo condujo hasta un restaurante, él cómo vivía en esa ciudad conocía los mejores sitios dónde la comida era simplemente deliciosa y llevó a su restaurante favorito a su amigo a quién visiblemente podía notarlo angustiado y triste.

Ingresaron al restaurante era un lugar muy agradable y las personas que trabajaban ahí eran muy amables.

Joaquín se sentó frente Eduardo, quién pidió su platillo favorito y Joaquín simplemente dijo que Eduardo pidiera por él ya que sinceramente no tenía muchas ganas de comer en ese momento.

Mientras esperaban la comida Eduardo miró fijamente a su amigo, quién se encontraba mirando la pantalla apagada de su celular.

— ¿Porqué no lo enciendes?

El Inesperado Amor De Un Angel // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora