El Inesperado Amor De Un Angel // Adaptación Emiliaco

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Había llegado el momento.

De hecho hace meses que ya había llegado ese momento de felicidad tan real y pura para Joaquín.

Habían pasado varios meses desde que se realizó la operación para extirpar los 2 tumores cancerígenos que había estado padeciendo y aunque fué una operación que duró 11 horas y una muy complicada finalmente se pudo lograr lo más anhelado para Joaquín y para los que lo querían tanto.

La operación había sido muy exitosa y los tumores habían sido extirpados en su totalidad por lo que las cosas desde ese momento parecían y de hecho fueron mejoras en la salud de Joaquín.

Después de su operación y ya sin los tumores, estuvo por 4 meses más en el hospital apesar de que ya no tenía ninguna célula cancerígena en su cuerpo era mejor tenerlo en observación para evitar otro tumor y para la alegría de todos y especialmente para Joaquín ya no había nada. Oficialmente él había vencido el cáncer una vez más y los doctores le aseguraron que era muy, pero demasiado probable que esa haya sido la última vez que Joaquín padeciera esos tumores en su cerebro.

Ya habían pasado 4 meses más desde que Joaquín salió del hospital y se fué a su casa dónde su madre no daba más por la felicidad de ver a su hijo ya bien, también su padre se sentía demasiado contento. Elyzabeth era otra quién había llorado de la felicidad cuándo supo que su mejor amigo había vencido esos tumores y Eduardo junto a Nikolás también habían ido a visitarlo a su casa, aunque Eduardo se sintió al principio un poco triste por no haber estado ese día dónde operaron a su amigo, pero Joaquín le aseguró que no pasaba nada y Eduardo junto a su novio se sintieron muy alegres por Joaquín.

Ya los momentos malos y tristes para Joaquín habían acabado aunque aún recordaba a Sian, lo echaba de menos ya que la última vez que lo vió fué justo antes de ser operado, pero al despertar y tener la ilusión de verlo sólo se encontró con la doctora que fué la encargada de su tratamiento mientras estuvo en el hospital. Ella le entregó la caja y también le comunicó la razón del porqué Sian se había ido del hospital, al principio fué algo muy triste para Joaquín de asimilar, pero después comprendió que no importaba lo lejos que se encontrara de Sian, él siempre estaría presente en su corazón y eternamente le estaría agradecido por estar hasta el último momento difícil para Joaquín a su lado.

Éste día era uno muy soleado y muy hermoso por lo que Joaquín estaba muy relajado junto a su mejor amiga, estaban disfrutando su último día en la casa y también en la ciudad ya que al día siguiente ellos tendrían un viaje, aquel viaje que a ambos chicos tenía muy ansiosos, a decir verdad.

Joaquín estaba sentado en el césped de su patio trasero y Elyzabeth estaba sentada a su lado mientras bebían unas limonadas preparadas por el castaño que nuevamente podría llamarlo así ya que su cabello había crecido y estaba con ese color castaño reluciente y brillante. Además que había subido un poco de peso, la verdad aún estaba más delgado de lo que estaba antes de empezar las quimioterapias, pero poco a poco todo en Joaquín volvía a ser lo que era antes, ya no estaba ni pálido ni débil, hace mucho que ya no lloraba ó sentía que no podía más con su vida, eso ya no pasaba. Ya había acabado.

— Enano ¿estás listo para lo que pasará mañana?

Joaquín miró a su amiga.

— Creo que sí...

— ¿Cómo te sientes hoy? Todo vá bien ¿cierto?

Una de las cosas que también Joaquín había aprendido y comprendido es no quedarse callado cuándo algo no estaba bien con él, había comprendido que eso empeoraría las cosas cómo en su momento lo hizo y por no decir a tiempo y no buscar ayuda necesaria él pasó mucho tiempo en el hospital, pero actualmente Joaquín le tenía demasiada confianza a sus padres y a sus amigos. Sabía que podía confiar en ellos y si algo malo le sucedía era preferible buscar ayuda y contar con sus seres queridos por lo que aunque en primera instancia no deseaba que sus padres ni Elyzabeth se enteraran de lo que había estado por hacer aquella vez en la azotea decidió hablar con ellos una vez estuvo en casa. Fué una conversación algo difícil, pero muy sincera, de la cuál decidieron ya no hablar más nunca.