31

272 26 1
                                    


Habían dormido agarrados de las manos...

Después de haber confesado sus sentimientos y haberse besado se dirigieron al dormitorio de Joaquín, dónde solamente durmieron, al principio se abrazaron para después agarrarse las manos y así pasar el resto de la noche tan juntos.

Joaquín fué quién primero se despertó sonriendo inmediatamente al ver a Emilio dormido agarrando su mano, recordaba lo que había sucedido la noche anterior y sólo provocaba sentirse tan feliz en ese momento.

Se levantó de la cama para disponerse a preparar el desayuno, habían pasado unos días desde la última vez que lo había hecho para Emilio, así que quería esa mañana preparar algo especial para el oji-café.

Lo hizo todo rápido y sin el mayor ruido posible para no despertar aún a Emilio, se encontraba parado de espaldas en la mesa ya ordenando los platos cuándo sintió los brazos del mayor rodear su cintura por detrás, se puso tímido en ese momento.

— Ésto se vé delicioso bonito — Emilio le habló cerca del oído

Joaquín aún no se giraba, pero sus mejillas le estaban ardiendo un poco, Emilio presionó más sus brazos al cuerpo de Joaquín y allí sí, Joaquín se volteó quedando muy cerca del rostro de Emilio, se miraron fijamente y ambos no podían dejar de sonreír.

Eran muy lindos juntos.

Quizás esa mañana para Emilio era la más feliz que nunca antes había tenido.

— Eh... Buenos días Emi, deja que termine de arreglar los platos

Emilip asintió, pero antes de dejar libre a Joaquín se terminó de acercar a él y darle un tierno beso en la punta de la nariz cosa que sorprendió a Joaquín, pero al instante sonrió tímidamente cosa que a Emilio lo mataba de ternura.

Se alejaron y Joaquín terminó de alistar todo para empezar a desayunar y después ambos arreglarse ya que esa mañana ya tenían clases nuevamente, una vez listo todo se sentaron uno frente al otro disfrutando del desayuno.

— Joaquín ¿Cuándo fuiste a hacer las compras de la comida?— le preguntó Emilio una vez que recordó que antes de alejarse esos días de Joaquín, éste no tenía ya alimentos para preparar sus comidas

— El sábado en la mañana — le respondió recordando que había ido con Eduardo

— ¿No tuviste problemas de llegar a un supermercado? Digo, no conoces ésta ciudad

— No, yo no fuí sólo. De hecho fuí con...

Y el sonido de la alarma lo interrumpió.

¡Mierda!

Se había olvidado de desactivar la alarma programada para tomar sus medicamentos, ya era momento de tomarlos, pero Emilio estaba allí.

— ¿Porqué programaste la alarma nuevamente? — Emilio le preguntó frunciendo el ceño algo confundido

Joaquín se levantó y apagó la alarma sin responderle aún a Emilio.

No tenía más alternativa que ir a recoger sus medicamentos y tomarlos, no podía dejarlos para después ya que tomar esos medicinas eran parte de su tratamiento final, Emilio lo miró muy curioso fijándose en cómo Joaquín se tomaba varias cápsulas. Una vez acabó Joaquín de tomar sus medicinas regresó a la mesa encontrándose con la mirada confundida de Emilio.

— ¿Estás enfermo Joaco..?

Joaquín lo miró por unos segundos, aún no se atrevía decirle a Emilio el tema de su salud.

El Inesperado Amor De Un Angel // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora