6

235 33 15
                                    


Joaquín no dejaba de quejarse.

Elyzabeth lo miró preocupada mientras seguía aplicando aquella crema en las piernas ajenas.

Resulta ser que después de regresar a su habitación Joaquín empezó a sentirse muy mal, le dolían las piernas, había vomitado ya 4 veces y su cabeza no dejaba de dolerle. Ya se había tomado sus medicamentos, pero aún así seguía con esos malestares.

Cómo era de noche Elyzabeth decidió quedarse a dormir con su amigo esa noche, ni loca iba a dejarlo sólo en la condición que se encontraba.

Sabía que todo lo que Joaquín estaba pasando era a causa de las vueltas largas que había corrido esa tarde. Se sentía enojada con Emilio por haberle ordenado hacer tal cosa y más con el fuerte sol que había hecho.

— Creo que es mejor llevarte a la enfermería de aquí, estás temblando ahora

Joaquín miró débilmente a su amiga negando con su cabeza.

— Trataré de dormir mejor...

— Está bien, pero si necesitas algo me dices ¿ok? Duerme, yo me quedaré un rato más despierta

Joaquín se sentía mal también por su amiga, Elyzabeth esa tarde había corrido largos extremos 100 veces ya que si logró hacer las vueltas completas y sabía que estaba cansada, pero aún así estaba allí cuidándolo.

— Te quiero mucho... Amiga

Elyzabeth sonrió al escuchar decir eso a Joaquín.

Lo arropó y le despeinó un poco su cabello divertida.

— También te quiero enano, vamos. Trata de dormir

Joaquín le sonrió y cerró sus ojos en ese momento.

Y Elyzabeth decidió dejar que su amigo descansara, se dirigió al balcón de la habitación de Joaquín a recibir un poco de aire fresco.

Pero por otro lado Emilio había terminado de lavar su sábana, bueno realmente sólo la había mojado, pues éste de lavar, cocinar ó limpiar no era para nada bueno.

Se apresuró en salir al balcón ya que allí tenía un pequeño cordel dónde ponía las cosas a secar y al momento de salir y mirar hacía al frente frunció el ceño al ver a Elyzabeth parada allí mirando concentrada al cielo, estaba sola, no se veía a Joaquín por ningún lado entonces...

— Es la habitación de Elyzabeth — se dijo a sí mismo Emilio

Dejando la sábana mal puesta en el cordel e ingresando apresurado a su habitación.

Respiró profundo y cerró la ventana para irse a su cama a suponer que Elyzabeth era quién vivía en ese departamento frente a él.

Y a decir verdad esa noche por llevarse pensando en aquello no durmió lo suficiente.

Cosa que no entendía ya que ni Joaquín ni Elyzabeth debían importarle aunque a decir verdad de quién le importaba saber cosas era sobre ese pequeño ojimiel que en todas las reuniones que había tenido hasta el momento lo regañaba por alguna situación.




¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El Inesperado Amor De Un Angel // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora