Capítulo doce

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PSY

Sungyeol respondió rápidamente los mensajes de un grupo que había estado inactivo hace meses y le volvió a entregar el celular a Baekhyun con una sonrisa nerviosa, tomando el volante para continuar con el viaje.

El omega observó curioso el perfil del pelirrubio pensando el por qué había reaccionado de tal manera. El nombre del grupo no le decía nada, aunque quizás era un chat de amigos y tenía agendado a uno de ellos como pájaro muerto. Sin embargo, Baekhyun no iba a preguntarle sobre eso, no quería verse demasiado entrometido aunque le causaba curiosidad.

Soltando un suspiro le dio un último vistazo al alfa y luego apoyó su cabeza contra la ventana mirando hacia afuera.

— ¿Cachorro? — Sungyeol lo llamó sin dejar de ver la carretera.

— ¿Hmm?

— ¿Ya sabes que lo que vas a comprar en la tienda o una vez que lleguemos ahí agarramos lo primero que veamos?

— Tengo algunas cosas en mente. — Baekhyun respondió, sentándose derecho en el asiento de copiloto y haciendo una lista en su cabeza con las cosas que desea comprar y probar también, como mucha comida chatarra ya que en su casa no podía comerla porque su mamá le decía que podía caerle mal, y sí había, estaban divididas en pequeñas porciones.

— Entonces escribe una lista para que no se te olvide nada, en la guantera hay una agenda y un bolígrafo. — El alfa le dijo y colocó su mano derecha en el muslo del pequeño, dándole un apretón. Baekhyun la tomó y entrelazó sus dedos.

— No creo que se me vaya a olvidar nada. — Respondió el más joven con una suave sonrisa.

🍒

Baekhyun se había entusiasmado con las compras, en la primera media hora llenó un carrito con demasiadas cosas que encontraba curiosas y en dónde vivía nunca las había visto, o mejor dicho, sus papás no le dejaban comprar. Por lo que tuvieron que ir a buscar otro carrito porque faltaban muchas cosas de las que originalmente tenían en mente.

El omega se había encargado de meter desde bolsas de frituras de sabores, dulces, bebidas, como también muchas frutas, verduras, carnes y comidas congeladas. En cambio, el pelinegro se dedicó a buscar los productos de higiene personal, productos de limpieza, entre otras cosas ya que al parecer al más pequeño le importaba más agarrar chocolates que papel higiénico.

De todas formas a Sungyeol no le molestaba, le encantaba ver a Baekhyun saltando por los pasillos y agarrando todo lo que quería.

Cuando llegó la hora de pagar y la empleada de la tienda les dijo el monto, el más joven se sintió cohibido por la exuberante cuenta y le dio al más alto una mirada de cachorro, haciéndolo reír jocosamente mientras entregaba su tarjeta.

Baekhyun pensó que el alfa iba a quejarse del gran gasto que hicieron cuando volvieran al auto, sin embargo, Sungyeol no dijo ni una palabra.

— Lo siento. — El omega se disculpó tímidamente.

El más alto se volteó a verlo confundido.

— ¿Por qué te disculpas?

— Pagaste demasiado por mi culpa, pero no te preocupes, te daré la mitad.

— ¿Qué? No hay problema, no necesitas pagarme, cachorro.

— Pero-

— Baek, está bien en serio, mi cuenta bancaria no se va a vaciar por unas simples compras. — Sungyeol puso una mano en la cabeza de Baekhyun, revolviéndole el cabello. — Además, vete acostumbrándote porque esto no es nada comparado a lo que gastaremos en un futuro.

FILLED OF HIS ALPHAS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora