Capítulo veintidós #3

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[Epílogo]

Baekhyun estaba acostado sobre el verde césped y bajo la sobre de un árbol, mirando al cielo despejado. Una de sus manos descansaba sobre su estómago y la otra acariciaba la cabeza de Shiro, su perro samoyedo blanco, quién estaba tirado a su lado, cansado luego de haber corrido por el extenso jardín cada vez que el omega le tiraba una pelota para que la fuera a buscar.

El pequeño se sentía en paz en aquel momento, sin embargo, los recuerdos amargos de años anteriores todavía estaban presentes en su mente.

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Chanyeol apareció un día con un pequeño cachorro, junto con las cosas que iban a necesitar para su cuidado. El samoyedo era un regalo de disculpas por lo mal que él y los demás alfas lo habían dejado, después de haberlo tenido retenido casi una semana en la habitación para follarlo durante el celo.

El alfa líder no había sido el único en darle un presente, todos habían sido considerados dándoles chocolates, prendas de ropa, flores y comida. Baekhyun estaba encantado de ser mimado y cuidado por sus parejas, por lo que no podía quejarse.

De todas maneras, a pesar de ser llenado con regalos, el omega les dejó en claro que no quería ser tocado de manera sexual hasta que su cuerpo estuviera recuperado completamente o hasta su celo. Solo podían abrazarlo y besarlo.

Era obvio que siempre iban a ponerse duros con cualquier cosa que Baekhyun hiciera, más el aroma flotando por todo el lugar. Así que Chanyeol y Chanhyuk se aliviaban usando sus propias manos, mientras que Sungyeol y Sejoo se ayudaban entre ellos. Sin embargo, el menor se los había prohibido, ninguno debería tener intimidad hasta que él dijera lo contrario.

El abogado con su boca suelta, alegó que no podía prohibirles una cosa así, solo porque Baekhyun no quería tener sexo, pero bien que cuando lo hacían disfrutaba de tener su agujero lleno de sus pollas como la pequeña zorra que en realidad era.

Sejoo fue el primero en reaccionar antes las palabras desubicadas de su hermano, propinándole un puñetazo en la boca y pidiéndole que respete a su compañero, además de que era el menos indicado de hablarle de esa manera al omega. Chanyeol alcanzó a tomar en brazos a Baekhyun, antes de que arremetiera furioso con una adorno de cerámica contra el pelirrubio, pero la zapatilla que revoleó Chanhyuk le dio justo en la frente a su hermano menor.

Después de aquella discusión, Baekhyun se encerró con el cachorro en su cuarto, uno que habían adecuado para que tenga su propio espacio. Solo saliendo a comer y llevar al perro al jardín para que haga sus necesidades.

El omega se sentía molesto con todos, aunque debería solo estarlo con Sungyeol, pero era algo que no podía evitar. A pesar de eso, sus alfas siempre estaban al pendiente de él, dándole todo el tiempo que fuera necesario para que pudiera calmar su enfado o lo que estuviera pasando por su cabeza.

Semanas más tarde, una mañana que debía ser tranquila como todas las demás, Baekhyun comenzó a sentirse mal y llamó a gritos a Chanhyuk, pero después de unos minutos recordó que el alfa había salido con Chanyeol.

El omega sentía cómo si estuviera siendo apuñalado en su abdomen y estaba doblándose del dolor, así que como pudo tomó su celular para enviar un breve mensaje al chat grupal, pidiendo ayuda. Apenas dejó su celular a un lado, cuando le dio otra fuerte punzada, haciéndolo soltar un grito desgarrador.

El teléfono comenzó a sonar a su lado, pero el menor no quería quitar sus manos del estómago, pensando que manteniéndolas ahí podría calmarse un poco. Sin embargo, cada vez el dolor aumentaba y su última solución era convertirse en lobo. Un suave onduleo en aire advirtió sobre el cambio, pero ni siquiera eso sirvió, porque el animal comenzó a lloriquear, mientras se hacía un ovillo.

FILLED OF HIS ALPHAS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora