Capítulo catorce

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¿PCH?

El celo de Baekhyun duró tres días.

Todos los alfas se habían encargado de que el omega estuviera siempre atendido. Lo habían follado cada vez que la ola de calor lo golpeaba y pedía a gritos que lo llenaran, también lo limpiaron y alimentaron en cada oportunidad posible.

Cuando finalmente acabó y Baekhyun volvió a sentirse como él mismo, no pudo evitar avergonzarse de lo ocurrido, siendo tranquilizado por sus parejas diciendo que era normal actuar de esa manera cuando se encuentran en ese estado.

Lo bueno es que el celo solía suceder cada tres meses en omegas y seis en alfas.

Sungyeol le había reclamado sobre por qué a Sejoo si le daba mamadas y el pequeño le mostró el dedo del medio, respondiendo que el alfa pelinegro será el único que las reciba hasta que decida cambiar de opinión. Esa misma noche, se había escabullido con Chanyeol al baño mientras el otro par dormía y le había chupado la polla para terminar siendo follado contra el lavabo.

Durante siguientes semanas, los cuatros crearon una rutina que era desayunar juntos, luego los alfas se dirigían a sus respectivos trabajos, casi siempre regresaban a almorzar y cuando no lo hacían Baekhyun se quedaba en la casa aprovechando el tiempo en soledad, hasta que todos volvían y el resto de lo que quedaba del día se la pasaban mimando al joven omega. Cuando llegaba la hora de dormir, elegían la habitación de Sejoo, con Sungyeol quejándose cuando Baekhyun quiso cambiarlo de lugar en la gran cama y sacarlo del lado del alfa de lentes, excusándose de que ya se había acostumbrado a dormir aferrado a su hermano. Chanyeol solo bufaba divertido ante las disputas de los dos.

Un día, mientras todos desayunaban, el pelirrubio se comenzó a reír solo y cuando le preguntaron qué demonios le pasaba, contó como si estuvieran hablando del clima el día que se folló a Baekhyun la primera vez en la habitación de Chanyeol y se orinó en la cama, haciendo todo un desastre. El próximo líder había quedado estupefacto por eso y miró a su pequeña pareja que estaba sonrojada hasta las orejas, mientras Sejoo retaba a su hermano por ventilar ese tipo de cosas cuando estaban comiendo. El omega estaba avergonzado, pero apretó sus muslos al recordar ese momento.

Las edificaciones de la nueva casa a la que se irían a vivir habían comenzado y Sejoo como el encargado de hacerlo, siempre le pedía opiniones a Baekhyun, quién estaba encantado de poder ser partícipe de las tomas de decisiones de algo tan importante. Mientras tanto, Chanyeol estaba hasta el tope de trabajo ya que pronto tomaría el mando de la manada y Sungyeol parecía que vivía de vacaciones, yendo y viniendo del bufete de abogados cuando quería, quejándose de sus empleados constantemente y de lo mucho que lo estresan, pidiéndole al omega que lo aliviara como él solo podría hacerlo y que era que le dejara follar su culo, Baekhyun solo chasqueaba la lengua, antes de arrastrar al pelirrubio a cualquier habitación, aunque a veces el omega no le daba ni una segunda mirada porque estaba concentrado en Chanyeol o Sejoo.

🍒

Baekhyun había decidido hacer un pastel para sus alfas, cuando escuchó la puerta de la entrada cerrarse, suponiendo que alguno terminó su trabajo mucho antes y volvió a casa.

Con una gran sonrisa y sintiendo el reconocido aroma de chocolate y naranja a los lejos, batió los ingredientes esperando que quien hubiera llegado fuera a saludarlo.

— ¿Uh? ¿Han contratado a un empleado? — Baekhyun escuchó decir a una voz profunda y se volteó rápidamente para responder a la estúpida broma de Sungyeol. Sin embargo, se quedó atónito cuando lo hizo y la persona allí no era ninguna de sus parejas.

La persona recién llegada era completamente una copia de sus alfas, pero a la vez tan diferente. ¿Qué estaba pasando?

— ¿Quién eres? — El omega soltó un tanto tembloroso, aferrándose al batidor de alambre, sin importarle que parte de la mezcla chorree y caiga al suelo.

FILLED OF HIS ALPHAS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora