25. Conserva lo que puede servirte

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   Cuando menos lo quería, los días transcurrían en un parpadeo.

   El resto del fin de semana en la cabaña de los Williams fue una completa tortura. Raph había adoptado esa actitud ausente e impenetrable. Apenas y fue él mismo al día siguiente de haber recibido la llamada de la policía. De hecho, la dinámica familiar encantadora y afectiva del viernes por la tarde se había roto por completo.

   Cuando nos regresamos el domingo por la mañana, no fue mucho mejor. Rita estaba completamente absorta en sus pensamientos. Estoy segura de que algo se quebró dentro de ella luego de recibir la noticia, porque me había contado lo orgullosa que estaba de los chicos la noche de la cena, y cualquier anécdota que a ella se le antojara maravillosa de sus hijos perfectos. Probablemente, la noticia se sintió como un balde de agua fría para ella. No la culpo.

   Ross no estaba mejor, pero al menos hablaba. Se despidió de mí con una inclinación de cabeza y sus labios apretados antes de subirme a mi auto.

   —Cuídate. —Fue todo lo que dijo.

   La buena noticia, es que volví al apartamento de Raph esa misma tarde. Traté y traté con todas mis fuerzas que mejorara su humor. A pesar de que sus ojos todavía proyectaban tristeza pura, le saqué un par de sonrisas para la hora de cenar.

   No fue hasta el martes a medio día que comencé a preocuparme de nuestro interrogatorio en la comisaría. No nos habían dicho todavía sobre cuándo específicamente debíamos ir, y me daba la impresión de que nos tomaría a todos por sorpresa. 

   Intercambié un par de mensajes con Roxanne antes de mi reunión esa misma mañana:

Mis padres también recibieron una llamada de la policía. Mamá me hizo un escándalo por teléfono.

¿Al menos saben qué pruebas tienen contra nosotros?

No, creo que están esperando interrogarnos para echárnoslo en cara.

¿Vendrás?

No todavía. Papá tuvo que arreglar ciertos asuntos para poder zafarme de esto por ahora.

   No dudé en que involucró una cantidad enorme de dinero de por medio.

¿Crees que tengan algún video?

¿Lo dices por la cámara de seguridad?

Claro.

Lo dudo.

De tener un video, nos hubiesen arrestado sin más.

Buen punto.

Borra esta conversación. No hablemos más sobre esto por aquí. Pueden interceptar nuestros teléfonos.

   Casi olvidaba que no teníamos derecho a ninguna clase de privacidad.

   Me encontré con Lory en una cafetería que nos gustaba en el centro de la ciudad. Estaba esperando con otras dos personas más, con los que tuve que presentarme formalmente. Ella y yo habíamos acordado esta junta para intercambiar un par de ideas sobre lo que quería hacer a continuación. Debía tomar previsiones por si todo se va a la mierda, y por irse a la mierda, me refería a que no recibiera más contratos para publicitar marcas de maquillaje o productos de belleza a causa de mis problemas legales, así que, tomé la decisión de invertir en mi propia línea de ropa.

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