El Contrato

3. ¡Feliz Raph, cumpleaños!

¡Riley Anderson y Raph Williams sorprenden a los camarógrafos en Bondi Beach!

Se dice que la pareja fue vista por última vez juntos este martes por la mañana en el torneo habitual que organiza Nigel Ward cada mes para recaudación de fondos. Raphael, junto a su hermano Rodrick, asistieron al evento con la única razón de conocer a nuestra celebridad estrella y a la fabulosa Nova Elsher.

¡Y vaya que nos sorprendieron! Después de ganar el juego, los deportistas se dedicaron a pasar el día con ambas estrellas, pero uno en particular se destacó por regalarnos aquellas asombrosas fotografías que no teníamos el placer de ver hasta ahora. Raph Williams siempre ha sido el típico chico que mantiene su vida amorosa privada y no se le ha visto con más de un par de chicas ocasionales. ¿Podrá Riley Anderson cambiar a nuestro amado deportista de parecer, o pasará a la lista de sus ligues de una noche?

¿Creen ustedes que harían bonita pareja estos dos? 

¡Déjenos saber en comentarios!

   Contuve el impulso de dejar mi propio comentario afirmando aquella suposición mientras leía la publicación en las redes sociales. Esbocé una sonrisa en mi rostro al retomar la bonita imagen, donde Raph y yo nos reíamos mientras él me cargaba sobre sus espaldas. De sólo pensar que habían pasado cuatro días de eso provocaba que se me antojase irreal.

   Sobre todo, porque Raph y yo no hablábamos desde entonces.

   Un par de me gusta en nuestras fotos y comentarios al azar que él dejaba en mis videos, pero no llegamos a establecer una comunicación continua por mensaje de texto en ningún momento. Intenté no desesperarme por ello, y fue fácil cuando Nigel se preocupaba en mantener mi cabeza ocupada para su propio beneficio, así que me mantuve al margen y dejé de pensar en eso.

   Sí, quise escribirle primero muchas veces, y a pesar de que no me importaba tomar el riesgo de ser la que envíe el mensaje primero, me recordé a mí misma constantemente de que esto se trataba de un contrato y no algo real.

   Miré la hora. Eran las diez en punto. Ya había pasado más de cinco minutos acostada revisando las redes, y mejor me levantaba para estar lista a tiempo para la sesión de fotos esta tarde con Asher Rowland, el único fotógrafo que realmente se preocupaba por mejorar mi reputación.

   Pero lo que realmente me emocionaba del día, era el cumpleaños de Raph.

   A pesar de que era un desastre con las fechas, no pude pasarlo por alto cuando esta noche sería el inicio de todo, en donde nos sacarían aún más fotos juntos tomados de la mano y compartiendo más que un par de sonrisas. Me emocionaba al ser una experiencia completamente nueva con un chico diferente a cualquiera que me he involucrado antes, sobre todo porque mi última relación había sido un completo jodido fracaso.

   Estiro mi cuerpo y me pongo de pie, deshaciéndome de las cobijas y poniendo mi móvil a un lado. Si no lo dejaba fuera de mi vista, no sería capaz de salir de las redes por quién sabe cuántas horas. Tendí la cama como me gustaba, y me encaminé con un bostezo hasta el cuarto de baño.

   Justo cuando abro la puerta, alguien iba saliendo con una toalla envuelta sobre sus caderas.

   —¡Hijo de...! ¡¿Todavía estás aquí?! —chillé asustada, llevándome una mano al corazón —. ¡Casi me matas del susto!