Epílogo

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Dos años después

Charlotte

Sonrio ante la escena que me regalan mis amores. Andriano cargando a nuestra bella hija de tan solo seis meses mientras que nuestro hijo está sentado a su lado observándola con admiración.

Florence Santoro, es la niña de nuestros ojos, nos ha enamorado a los tres, y solo ha traído más alegrías a nuestras vidas.

No esperábamos tener más hijos, ambos ya tenemos más de treinta años y estábamos lo bastantes ocupados con nuestras obligaciones y nuestro pedacito de cielo como para siquiera pensarlo, pero en el mismo instante en que nos enteramos que un pequeño ser se estaba desarrollando en mi vientre amamos la idea.

Andriano pudo disfrutar de mi embarazo en esta segunda ocasión, y siendo honesta también pude disfrutarlo más que el anterior ya que esta vez no estaba preocupada por lo que podría pasarle a mi bebé o por no tener como alimentarme durante el embarazo.

Mi pequeño niño estuvo encantado con la noticia desde el primer momento en que se lo dijimos, no tuvo celos ni nada, por el contrario, se demostró muy sobreprotector al igual que su padre.

En estos años, han pasado tantas cosas, como el hecho de que ahora tengo una bonita relación con mi hermano. Si, después de esa charla dos años atrás vinieron muchas otras hasta que logre convencer al testarudo de mi hermano.
Su vida no ha sido nada fácil al igual que la mía, logramos ganar el juicio y hace dos años que esta libre de todo. Es un hermoso ser humano, pero que ha sufrido mucho y sigue haciéndolo al no poder estar con el amor de su vida. Aunque esta poniendo todo de su parte para ser un gran arquitecto, y luego buscar a su chica como la llama él.

También tuve el desagrado de conocer a mi madre biologica, la muy descarada intento convencer a su esposo de que nada de lo que yo decía era verdad, pero una vez hable con el señor y se enteró de que su hijo estaba vivo y de todo lo que nos hizo su mujer, no dudo ni por un segundo en empezar con los trámites del divorcio.

Y desde ese día esa mujer desapareció de nuestras vidas, y se que en eso tiene que ver el padre de mi hermano y mi esposo. Aunque nunca les pregunte que había pasado con esa mujer porque no me interesa tenerla en mi vida.

Mi hermano no queria saber nada de sus padres biológicos ni de mi, pero ni su padre ni yo desistimos, permanecimos a su lado hasta que el testarudo de Joaquin nos acepto.

Aldo Prieto, padre de mi hermano,y quien me ha adoptado como su hija. Si, así como se hizo cargo de mi hermano y le dio su apellido también lo hizo conmigo, al principio me pareció algo loco, y me negué, pero ese hombre se ha ganado el corazón de mi hermano, el mío y el de mis hijos.

A pesar de que hace un año pasó esto aún me sigue pareciendo raro la idea de tener un padre, él es una persona muy buena y amorosa que siempre está para nosotros y sus nietos porque para mis hijos es su abuelo Aldo.

Pase de no saber sobre mis origenes a tener un padre y un hermano y ni hablar de la familia que hemos formado con mi amado esposo.

Ahora no somos unos simples huérfanos...

Joaquín y Charlotte Prieto...

-¿Todo bien, mi dama?-la voz de mi esposo me saca de mis pensamientos.

-Todo perfecto.-aseguro sonriéndole.-¿Cómo está nuestra princesa?-le pregunto acercándome hasta ellos para poder disfrutar de nuestro momento de familia.

-Duerme con un angelito.-comenta con dulzura.

-Florence es nuestra pequeña princesa.-dice mi hijo de seis años.

-Así es, mi niño por eso debemos cuidarla.-le responde su padre.

-Y a mamá.-agrega mi pedacito de cielo sacándome una sonrisa.

Mi dama misteriosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora