Capítulo 18: Enfrentamiento

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Charlotte

Deseo irme de este lugar, pero no quiero arruinarle el momento a Andriano y a nuestro hijo, ellos lucen felices.

Isabelle no lo tomo nada bien, pero lo que me sorprende es que siga aquí, porque si justo ahora estamos todos sentados en el comedor, y se nota que no le agrada nada la idea de tenerme aquí.

Me alegra verla recuperada, es una mujer muy fuerte y la comprendo, ella no la ha tenido fácil, ha sufrido mucho y por eso se siente amenazada con mi presencia. No me enoja su actitud pues me lo merezco ya que nunca le demostré mi cariño, pero no me gusta que ni siquiera haya intentado acercarse a mi pedacito de cielo, puesto que él no tiene la culpa de nuestros problemas y por si fuera poco es el hijo de su hermano.


Me gustaría hablar con ella, y que podamos sacar todo ese dolor que nos ha perseguido por años, pero no parece estar dispuesta a hacerlo y tampoco pretendo agobiarla.


En estos dos meses, he logrado empezar a sanar mis heridas, no diré que estoy de maravilla porque no puedo estarlo cuando son cosas de años, pero estoy poniendo de mi parte para que un día pueda decir que no fue fácil salir del hoyo, pero lo logré.

Andriano, bueno, él se ha convertido en un gran apoyo, me ha ayudado a levantarme, y me ha demostrado que va enserio. Es un excelente padre y compañero de vida, se la pasa al pendiente de nosotros y todos los días nos demuestra lo importante que somos para él.

No se si es un logro, pero he conseguido aumentar dos kilos, y de alguna manera eso me motiva. El doctor me ha dicho que al principio es difícil porque mi cuerpo sufrió muchos daños, son las consecuencias de años de mala alimentación, pero confía en que lo lograré.

Quiero que llegue el día en que me pueda ver en un espejo sin sentir asco de mi persona.

Es difícil tener una relación cuando no estas bien contigo misma porque hay veces en que me siento hermosa a su lado y otras en la que siento que soy poca cosa para él, que se merece alguien que no esté marcada, pero cuando lo pienso en voz alta, Andriano me hace borrar esa idea de la cabeza susurrándome palabras que me hacen sentir única.


De ese monstruo no he vuelto a saber, pero eso no quita que este constantemente pensando en que en cualquier momento puede volver a aparecer y arruinar lo poco que he conseguido.


Siempre me defiendo y hago como que no me importa, pero, aunque intente enfrentar a Durant, no puedo porque cuando lo veo me paralizó producto del miedo de lo que pueda llegar a pasar y de los malditos recuerdos.

—¿Estás bien, cariño? —pregunta esa voz a mi lado sacándome de mis pensamientos.

—Si, solo pensaba —le respondo a Andriano, pero este no me ve muy convencido.

—Si deseas irte lo haremos —me vuelve a decir por quinta vez, pero no puedo vivir huyendo de mis problemas.

—Estoy bien, cariño —le digo en un susurro provocando que sus ojos se abran como plato al escuchar mis palabras, y es que hasta ahora no le había llamado por ningún apodo cariñoso.

—Mami, quiero más —nos interrumpe la vocecita de mi niño provocando que todos volquemos nuestra mirada en él.

—Oh, cariño, yo te sirvo —le dice su abuela sin dejar de sonreír.

Me alegro de que ellos lo hayan aceptado de inmediato, son buenas personas, y en ningún momento me hicieron sentir incómoda.

—Mamá también cocina rr... rico —les cuenta y sonrío al escucharle intentar pronunciar la bendita r...

Mi dama misteriosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora