Sinopsis

1.1K 24 0
                                    

Stephanie

Observo incrédula a mis padres, y es que después de dos años se han presentado como si nada en mi oficina con la clara amenaza de que si no firmo la maldita transición le quitarán la custodia a mi hermano ¿Qué clase de chiste es este?

-¿No dirás nada?-pregunta mi ¿Madre? No, mejor dicho mi tía.
-¿Qué quieres que diga? ¿Acaso quieres que salte de alegría por qué has venido a perturbar mi paz?- pregunto frustrada al tiempo que me levanto de la silla para quedar a su lado, y agradezco a Dios que mi hermano y novio se encuentren en el juzgado o esto terminaría mal.

-¡A mí no me hables así!-grita una enojada Margaret al tiempo que se acerca amenazante, pero no me muevo, no le tengo miedo.

-¡Y tú no vengas a querer pasarme por arriba en mi propia oficina!-contraataco mientras observo de reojo a mi padre, pero como es común nunca se mete.- Así que se van en este mismo momento o llamaré a seguridad.-les digo para seguidamente darme la vuelta sin querer seguir viéndolos, aunque no lo quiera aceptar sigo amándolos, son mis padres y me duele esta situación. Cuando estoy por darme la vuelta escucho un grito al mismo tiempo que siento como mi estómago chocan contra el escritorio, y ni siquiera tengo tiempo de reaccionar.

-Auch... -susurro adolorida  y sin poder procesar que me hayan empujado.

-Esto solo es una muestra de lo que puedo llegar a hacer si no firmas los documentos.-dice agarrándome con fuerza del brazo, pero esto no dura mucho tiempo porque de mala gana me suelto de su agarre.

-¡Váyanse, esto no se quedará así!-le gritó al tiempo que llevo ambas manos hasta mi vientre tratando de detener el dolor que empieza a hacerse presente.

Cuando los dos salen de la oficina, apoyo mis dos manos en el escritorio mientras comienzo a inhalar y exhalar, y minutos más tarde logro recuperarme del golpe.

Cuando escucho los pasos característicos de mi prometido, me recompongo de inmediato para evitar problemas.

-Hola, amor.-saluda con una enorme sonrisa en el rostro apenas entra al lugar.

-Hola, cariño.-saludo tratando de borrar de mi mente lo que sucedió minutos atrás.

-¿No me darás mi beso?-pregunta con picardía al tiempo que acorta la distancia que nos separa y me agarra de la cintura para seguidamente estampar su boca con la mía, nuestros labios se mueven en sincronía haciendo que olvide todo lo malo para concentrarme solo en él, en nosotros.-Te amo, conejito.-dice al separarse de mí.

-Te amo, Dav.-le digo sonriente, pero eso no dura ya que comienzo a sentir un horrible dolor en mi vientre y sin poder evitarlo me quejo captando su atención de inmediato.

-¿Qué sucede, cielo?-pregunta al tiempo que comienza a revisarme.

-Yo...nada...solo... auch.-digo entrecortadamente sintiendo ese intenso dolor, como si me estuvieran retorciendo por dentro.

-Te has puesto pálida ¿Qué te duele, Steph?-pregunta preocupado al tiempo  que toma mi rostro entre sus manos y justo en ese instante siento un líquido recorrer mis piernas por lo que me alejo de él para bajar mi vista, y al hacerlo me asustó, mi pantalón está bañado en sangre, mucha sangre.

-No, no ¿Que está pasando? No te duermas, amor.-dice aterrorizado al tiempo que me alza mientras yo me retuerzo del dolor y solo escucho el eco de mis gritos.-Todo estará bien, amor... solo aguanta...no cierres tus hermosos ojos.-me dice mientras corre conmigo en brazos.

Poco a poco mis ojos se van cerrando, y me voy entregando a la oscuridad.

¿Qué sucede?

Buenas, espero que hayan disfrutado de la sinopsis y si es así déjenlo en los comentarios.

¿Qué les pareció?

¿Qué le sucede a Stephanie?

¿Quién quiere drama?

Empezando con la segunda parte de la historia de Stephanie y David.

Nos leemos pronto.

Estefanía... Saludos

Contra el mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora