Capítulo 36: Dos meses despuės

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Stephanie

Sonrío emocionada al verme en el espejo con el vestido que usaré para casarme con el amor de mi vida.

Si bien nos casaremos en dos meses ya tenemos casi todas las cosas y ambos
estamos emocionados preparando todo, cómo me lo prometió ha estado al pendiente de todo lo referido con la boda.

Ya hace dos meses del secuestro y nuestra vida se ha ido acomodando, aunque al principio tenía que sucediera algo, pero mi hombre me recordaba que esas personas ya estaban pagando por sus delitos y que no nos volverian a molestar.

Mi hermosa beba ya tiene siete meses y cada dia nos enamora más con su belleza.

Es muy pícara y curiosa que se la pasa observando lo que sucede a su alrededor.

Mi cuñada está en la recta final de su embarazo por lo que todos estamos muy
atentos, y solo estamos esperando a que mi sobrino quiera venir al mundo.

Ellos se reconciliaron y ahora están más unido y felices con la llegada de su hijo, me alegro que asi sea porque ellos se o merecen.

Priscila nos lastimo a todos y en especial a mi hermano, ella está en un psiquiátrico ya que su abogado presento pruebas de su enfermedad mental.

Obviamente, eso no fue una buena noticia para nosotros pues creemos que estaba lo bastante cuerda para formar parte de una banda de delincuentes, pero solo le pusieron una orden de alojamiento y ahora permanece en el psiquiátrico.

El vestido es tal cual como me lo había imaginado, y solo puedo rogar que pase rapido estos dos meses para poder unir mi vida con la de mi hombre de una vez por todas.

Rebbeca me ha pedido disculpas por no habermelo dicho antes, pero tenia que ser todo en secretoo todos hubiéramos corrido peligro.

Mi amiga Martina ya está mucho mejor y es algo por lo que todos nos alegramos, ella también está intentando tener una relación con el tío de mi hombre, y solo esperamos que funcione porque ambos lo merecen.

También he empezado a trabajar medio tiempo como abogada, es algo que disfruto y estamos pensando en ser socios con David y mi hermano asi que solo el tiempo lo dirá.

Rió divertida al ver como David juega con nuestra princesa, estos momentos en el que solo somos los tres son los que más disfruto, ellos son mi pequeña familia.

Mi hija es una preciosa que se divierte escuchando al loco de su padre que le cuenta historias hasta el cansancio y mi mejor regalo es poder admirar a mis amores.

Ellos dos son mi vida entera y daría todo por ambos, los amo de una manera que
jamás crei podria amar.

-Deja de observarnos tanto y únete a nosotros.-me pide guiñándome un ojo y sin rechinar me acerco hasta ellos.

-Son la perfección en persona.-digo sentándose en su pierna y él inmediatamente pasa su brazo libre por mi cintura mientras que con su otro brazo sostiene a nuestra princesa quien patalea y ríe feliz.

-Tú lo eres.-asegura robándome un beso.-Quiero otra niña.-me susurra sobre mis labios provocando que mis ojos se abran de la sorpresa que me causan sus palabras.

-iNo juegues con eso! ¡Di a luz hace siete meses!-digo apresuradamente sin salir de mi asombro.

-Solo bromeaba, amor.-asegura divertido ganándose un golpe de mi parte.- Aunque en un tiempo podriamos darle una hermanita o hermanito-dice con emoción sacándome una sonrisa al ver que estamos incluidas en sus sueños.

El me ha dicho muchas veces que siempre soñó con casarse y tener muchos hijos en especial niñas.

Y el mío también lo es, pero nuestra hija apenas tiene siete meses Como para volvera embarazarme además de que acabo de cumplir 23 años y siento que si tenemos otro bebé sería apresurar las cosas.

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