Contra el mundo

Capítulo 4: El hombre misterioso

Stephanie

Me acurruco más en los brazos de mi novio, se ha quedado dormido, y no lo culpo esta semana que llevamos en la clínica no ha parado y sé que ha estado muy preocupado por lo que nos puede llegar a pasar, pero también siento que esconde algo, llamen loca, pero lo presiento, sé que si no me lo dice es para no preocuparme.

Mi vida en menos de 24 horas ha dado un giro de 180°, primero la aparición de mis padres, luego el susto que nos pegamos al ver la sangre... Y ahora me despierto con la noticia de que tendré un hijo, esto es de locos, nuestros planes eran otros, primero terminar mi carrera, después el casamiento y en unos años ser padres, pero como siempre la vida  nos sorprende, esto no quiere decir de que no esté feliz con la noticia, para nada, estoy emocionada porque voy a tener un hijo con el hombre que amo... Y si puede que las circunstancias no sean las mejores, pero tengo su apoyo y eso lo compensa todo.

-¿Qué sucede, amor?-susurra haciendo que levante mi rostro de su pecho para observarlo.

-Nada, solo pensaba...-susurro dándole un casto beso.

-¿Estás segura, conejito?-pregunta acariciando mi rostro con una de sus manos.

-Sí, amor... solo pensaba en todo lo que ha pasado en tan poco tiempo.-le digo suspirando.

-Demasiadas cosas, pero esto solo es una prueba más.-afirma a lo que asiento de acuerdo.-Te amo, Steph.-dice al tiempo que acerca su rostro al mío.

-Te amo, Dav.-susurra para seguidamente estampar mis labios con los suyos en un beso suave y delicado... Nuestro amor es más fuerte que cualquier problema.-Lo mejor es dormir.-dice separándose de mis labios.

-No tengo sueño.-digo con el ceño fruncido.

-Eres tan hermosa, mi cielo.-dice mirándome de esa manera que me desarma.

-Harás que me sonroje.-digo divertida.

-Esa es mi intención... amo cada uno de tus facetas.-dice dejando un beso en mi nariz provocando que la frunza y en consecuencia él se ríe un poco.- ¿Ves? Eres perfecta y lo mejor eres mía.  Mi novia, mi prometida, mi futura esposa y mejor aún... la madre de mi calabacita.-dice mirándome con los ojos aguados.

-Parece que a alguien le ha afectado las hormonas.-bromeo haciendo que me fulmine con la mirada.

-Siempre tienes que arruinar mis momentos cursis.-dice con fingida indignación.

No digo nada solo me acomodo mejor, colocando una de mis piernas sobre la suyas y escondiendo mi rostro en su cuello.

-¿Estás cómoda, cariño?-dice sarcásticamente.

-Claro que lo estoy, mi prometido es muy cómodo.-digo sonriente aunque él no pueda verme.-Que descanses, amor.-susurro mientras el sueño se va apoderando de mí.

-Descansa, mi amor.-escucho que dice al tiempo que uno de sus manos acaricia el camino de mi espalda, y así me duermo en los brazos del amor de mi vida.

***

-Sh, ¿Todo en orden?-escucho la voz de mí amado por lo que me mantengo con los ojos cerrados para no dejarme en evidencia.

-Sí, pasaba para ver cómo estaban.-reconozco la voz de mi hermano mayor.

-Bien, ya están estable, pero no podemos confiarnos... ¿Has sabido algo de... ese asunto?-pregunta con voz baja ¿De qué asunto hablan?

-Sí... ya está todo preparado para la ejecución.-dice ¿Ejecución? ¿Qué me están ocultando?

-Perfecto, ya sabes que no puedes decirle nada a Stephanie.-dice serio y siento como mi latidos se aceleran ¿Tan grave es?-¿Ahora puedes dejarnos solos?-le pregunta mientras acaricia la curva de mi cadera provocando que mi piel se erice ¿Acaso se ha dado cuenta de que estoy despierta?