Capítulo 2: Un mal presentimiento

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Actualidad

David

Jamás me cansaría de desvelarme toda la noche para observar a mi hermosa mujercita, esa a la cual le abrí mi corazón hace más de dos años, nadie creyó que duraríamos tanto tiempo, pero aquí estamos más enamorados que nunca. Haberle pedido que sea mi esposa es una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida, siempre fue mi sueño casarme y formar mi familia, y aquí vamos por el primer paso, si fuese por mí ya estaríamos casados, pero como lo dije años atrás, siempre respetaré su tiempo.

Poder despertar con ella cada día me hace el hombre más afortunado, y también me hace saber que valió la pena por todo lo que pasamos para llegar a tener esto tan único.

Braian Williams, pensé que después de que había conseguido la herencia de mi difunto padre desaparecería del mapa, pero no, su ambición va más allá del simple poder... Ahora su objetivo es Desprestigiarme, y lo está demostrando al acusarme por  fraude de cuando me ocupaba de la empresa... Es algo que preferí no contarle aun a mi belleza ya que no quiero preocuparla, primero trataré de solucionarlo por mi cuenta.

Me estoy encargando del asunto en compañía de Alex y otros colegas, todo esto lo estamos haciendo sigilosamente, tratando de que la prensa no se entere o de lo contrario, la situación empeorará.

Por otro lado, está el tema de mi madre, que  las últimas semanas ha estado insistiendo en hablar, pero no le he dado la oportunidad, no deseo tener ningún vínculo con personas que no respetan mis decisiones o peor aún a mí novia.

Mis manos descansan en su estrecha cintura, mis dedos acarician con suavidad su piel desnuda, amo sentir su piel contra la mía, amo hacerla mía de todas las maneras posibles, la amo con cada parte de mí ser.
Siempre fue ella, solo nos tocó esperar unos años para estar juntos, pero aquí estamos amándonos.

Su actitud en las últimas dos semanas me desconcierta, pero supongo es como ella dice "el estrés y el cansancio de la universidad"... No somos una pareja perfecta, para nada, es solo que a pesar de nuestras diferencias tratamos de arreglarlo hablando... Bueno, trato porque mi hermosa prometida muchas veces actúa antes de pensar, pero así la conocí y así me enamoró, pero no me quejo.

Cierro mis ojos intentando dormir, ya que mañana tengo que ir junto a mi cuñado al Juzgado, y debo estar descansado.

***

-Te he preparado algo para el almuerzo.-me dice mi flor al tiempo que me muestra la vianda.

-No hacía falta, amor.-le digo sonriente mientras levanto los platos.

-Sabes que no es molestia, me encanta servir a mi prometido.-dice guiñándome un ojo.

Hace aproximadamente media hora desperté y no encontré a mi novia a mi lado, pues tal parece que puso la alarma antes para prepararme el desayuno.

-¿De qué es el caso de hoy?-pregunta mientras toma su jugo, y en ese preciso momento me tenso, al no saber que responder, y sintiéndome culpable por no decirle que en realidad iremos al juzgado para defender mí nombre.

-La exesposa de mi cliente lo acusa de no pasarle la manutención.-digo lo primero que se me ocurre.

-Que feo... ¿Y tú cliente es inocente? ¿No será que su exesposa dice la verdad? ¿Cómo te das cuenta si miente?-pregunta analizando la situación.

-Sí, si es inocente sabes que si no, no lo defendería.-aseguro a lo que asiente pensativa ¿Acaso se dio cuenta de mi mentira?

-Yo... ¿Tú crees que lo haré bien?-pregunta sorprendiéndome como siempre, nunca sé que dirá.

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