David
Dejo un beso en la cabeza de Steph, antes de salir de la habitación con mucho cuidado para no despertarla. Desde que volvimos a casa hace dos días, se la pasa durmiendo e incluso debo despertarla para alimentarlos, según el médico y los libros que he leído es normal en su estado, y por un lado creo que es lo mejor así descansa. Eso sí, por las tardes se la pasa metida en su computador, ya que después de que hable con la directora de la Universidad, nos dio la oportunidad de que mi novia termine los últimos meses de la carrera desde casa, porque en su estado no puede salir de casa, reposo absoluto.
A pesar de tenerla entre mis brazos cada noche no puedo dormir tranquilo sabiendo que personas malas nos acechan, lo primordial son ellos y no descansaré hasta que estén seguros, sin personas intentando arruinar nuestra felicidad.
Ahora mismo me estoy dirigiendo a mi oficina, por todo el revuelto de salir del hospital y regresarnos al departamento no pude tener la entrevista con las guardaespaldas, así que hoy la haré. Si, al final decidí que lo mejor es estar en departamento que en la casa del campo, si llegase a ver un inconveniente con mi belleza el hospital nos quedaría demasiado lejos, así que lo mejor es mantenernos aquí, aunque sea hasta que me aseguren que no hay ningún riesgo.
-Buenos días, Señor Williams.-me saludan ambas mujeres en cuanto abro la puerta, son dos mellizas australianas.
-Buenos días, Señoritas Anderson.-saludo a ambas mujeres ¿Será una buena idea que dos mujeres nos cuiden? No quiero decir que dude de las capacidades de una mujer, pero en estos momentos me cuesta confiar.-Tomemos asiento.-sugiero dirigiéndome a mi asiento.-Pueden empezar presentándose y diciendo que están dispuestas a hacer con tal de mantener a mi familia segura.-digo atento a sus gestos.
-Mi nombre es, Sienna Anderson y tengo 28 años, le prometo lealtad y dar la vida por su familia, sé que de seguro desconfía de nosotras, pero estamos aquí para protegerlos y por lo mismo necesitamos que confíe.-empieza la rubia de ojos verdes claros.
-Sophia Anderson, cómo ha dicho mi hermana estamos dispuesta a ponernos enfrente si su familia está en peligro.-asegura la otra mujer de cabello castaño, con los ojos claros al igual que su hermana.
-Bien, estarán a prueba, ante el mínimo error quedarán despedidas.-informo a lo que ellas asienten de acuerdo.-Bueno, Señorita Sophia será la encargada de proteger a mi mujer y a mi hijo, serás su sombra. Y usted Señorita Sienna, será la sombra de mis cuñados, tal vez mi amigo y cuñado sea un poco difícil al principio, pero se resignara y espero tenga paciencia.-les explico sus funciones.
Estás medidas que estaba tomando eran necesarias, porque no soy idiota, sé que cuando ataquen no solo lo harán en contra de Stephanie, sino que también lo harán con sus hermanos, y es algo que no pienso permitir. Sé que Alex, enfurecerá cuando sepa lo que he hecho sin su consentimiento, pero tendrá que comprender.
-¿Sus cuñados viven aquí?-pregunta Sienna.
-No, pero no viven tan alejados, están en los departamentos del segundo piso.-digo recordando que Alex decidió mudarse para estar más cerca de nosotros, así que ahora viven un piso más abajo que nosotros.
-Bien, me gustaría hablar con uno de ellos para tratar de que las cosas funcionen.-dice a lo que asiento.
-Bueno, si nada más que decir pueden empezar si están de acuerdo.-digo al tiempo que me levanto de la silla para comenzar a caminar hasta la puerta y así abrirles la puerta, estás me miran agradecidas mientras salen de mi oficina, justo cuando estoy por volver a hablar un Stephanie somnolienta aparece en mi campo de visión, por lo que me acerco rápidamente a su lado para comprobar que todo esté bien.- ¿Sucede algo, cariño?-pregunto apenas la tengo a mi lado.
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Contra el mundo
Romance2° Libro de "Mi amor prohibido" Dos enamorados que no tuvieron miedo de luchar por su amor, así el mundo estuviera en su contra, sin importar que la gente pensará que su amor era prohibido. Lograron ser felices, pero todo esto se complica cuando p...