Capítulo 15: Verdades

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Stephanie

Con mucho cuidado me separo de mi prometido, él duerme profundamente, y es que después de todo lo que hemos vivido en los dos últimos días nos ha causado muchas cosas, y entre ellas cansancio y preocupación.

Me gustaría seguir a su lado, pero mi pequeña calabacita está pateando ansioso por comida, y no puedo hacerlo esperar así que iré a preparar el desayuno y volveré a su lado.

Antes que nada, me dirijo al baño en dónde hago mis necesidades, me cepillo los dientes, y decido quedarme con la remera de mi prometido que me llega hasta debajo de mis muslos, y unos shorts sueltos que no lastimen a mi bebe.

Salgo de allí y mi amor ni siquiera se da cuenta, ya que sigue perdido en su sueño.

Cuando estoy llegando a la cocina escucho unos gritos, por lo que me apresuro a entrar al lugar, y las personas que discuten no se dan cuenta de mi presencia.

Lo mejor que puedes hacer es no cruzarte en mi camino, Sienna-le advierte mirándola amenazante, ¿Qué Sucede aquí?

-Es usted el que interfiere en mi camino, señor-contraataca para nada intimidada.

-No lo haria si no te metieras con mi mujer.-le dice con voz dura, Su mujer? De que mujer habla?

-Ella vino a insultarme y déjeme decirle que no se lo permito a nadie, y señor… Usted es un imbécil por dejarle a esa mujer que hago lo que se le plazca.-le dice.

-Eso no te incumbe...-le interrumpe.

-¿Todo en orden?-pregunto llamando Su atención e inmediatamente se separan.

-Steph-susurra mi nombre con sorpresa,-Si, solo estábamos hablando de unas cosas referidas a nuestra seguridad dice, pero con lo poco que he escuchado sé que miente.

-Señora Williams, ¿Necesita algo?-pregunta Sienna legando a mi lado.

Nada de señora, y no te preocupes solamente venia a preparar mi desayuno.-le digo sonriente
para alivianar el ambiente tenso.

-Oh, bueno, mi hermana está hablando con el tío del señor así que estoy a su disposición hasta que vuelva.-me informa a lo que asiento agradecida mientras acaricio mi vientre.

-¿Y los mellizos?-pregunto ahora dirigiéndome a mi hermano.

-Están en nuestro departamento, solamente vine a hablar con David, pero me informaron que está durmiendo.-me explica al tiempo que se acerca a mí para seguidamente dejar un beso en mi frente.

-Si, él está realmente agota por lo que decidí dejarlo descansar.-le digo suspirando con melancolía.

-¿Qué te parece si mientras preparamos el desayuno, hablamos un poco?-pregunta con
una sonrisa.

-Me parece perfecto, hace mucho no hablamos.-le digo mientras comenzamos a caminar hacia la mesada.-Sienna, siéntate, me imagino debes estar cansada.-le digo a la
señorita que permanece como estatua cuidando de mi persona

-Estoy bien, Seño... Steph.-asegura.

-¿Cómo estás con el embarazo?-pregunta mi hermano.

-Bien, redonda, pesada, pies hinchados, pero bien.-digo divertida.

-Estás hermosa hermanita.-asegura al tiempo que saca lo necesario de la despensa
para preparar el desayuno.

-Aja. ¿Tienes algo que contarme?-pregunto con cautela.

-No, no que yo sepa -dice confundido.

-Bien,¿Sabes que cuentas conmigo para cualquier cosa, verdad?-pregunto.

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