Vegeta.
Hay un silencio en el pasillo de mi palacio, solo se escuchan mis pasos firmes y el sonido que hace mi capa al ser ondeada con mis movimientos, mi servicio sabe que odio el ruido y serán castigados por cualquier error que cometan, nadie se atreve a desobedecerme. Mientras camino no puedo evitar pensar en la terrícola, el que me haya visto con mi concubina me descontroló, hoy actuó extraño y no pude descifrar que ví en su mirada ¿acaso estaba celosa?, quito de inmediato esos pensamientos , no es propio de mi andar pensando en una mujer, eso me pone de mal humor.
Tras de mi va Nappa mi guardia personal, esclavos y guardias me hacen reverencia al pasar hasta que llego al gran salón donde ya estaba mi padre esperando por mí en su trono junto con su concubina Gine, madre de los gemelos.
-Vegeta, toma asiento junto a tus hermanos y tus cuñados.- me indica y me dirijo hacia el primer asiento cercano al trono de mi padre, Kakaroto me saluda con su misma efusividad de siempre y los demás solo me dan una sonrisa y una media reverencia con sus cabezas.
-Los he reunido aquí para decirles que hagan un buen trabajo a donde van, capturen a esos mercenarios y dejen en alto su estirpe y raza Saiya, no compadezcan a nadie, confío en ustedes- les indica a Kakaroto y Videl.
-Así será padre- dicen casi al mismo tiempo los gemelos.
- Vegeta- Se voltea hacia mi- quiero pedirte que trates bien a tu princesa en este viaje, te conozco bien así que por favor date la oportunidad de tratarla y únete a ella, pronto serás rey y debes continuar tu linaje, confío en que harás un buen trabajo como futuro soberano.
- Si padre confía en mí. - <miento. No tengo intenciones de tener descendencia con la humana>.
-Estoy orgulloso de ustedes que les quede claro- abraza a los gemelos y yo no puedo creer que mi padre esté haciendo eso.
-Siento haber estado ausente parte de tu vida hijo - ahora se dirige a mi -pero que no te quepa la menor duda que eres mi orgullo, eres mi primogénito y fuiste el complemento del amor entre tu madre y yo.-me braza.
<<que carajos, mi padre nunca me había abrazado>>
me resulta extraño pero no lo alejo, ha de ser la vejez que lo ablandó.
<<Si hubiera sabido que ésta sería la última vez que lo vería >>
Nos quedamos un rato más en el salón donde conversamos mientras nos sirven bebidas- todo este ambiente "familiar" se siente tan extraño para mí, ya que no estoy acostumbrado a estar interactuando con mis hermanos y padre.
Después de un rato cada quien se va a sus deberes.
En el resto del día me ocupé en mi entrenamiento diario con Kakaroto y después a verificar que mis pertenencias estuvieran en la nave, debo agregar que no me topé con la humana en toda la tarde tampoco. No es que me importe pero me extrañó esa situación ya que normalmente anda merodeando el palacio.
llegada la noche me dirijo a la habitación de la concubina que está a las afueras de mi palacio principal.
Me recibe con unas copas de vino que tomo mientras ella se acomoda detrás de mi dando masajes en mis hombros y entre ratos me da besos en el cuello.
No la deseo, no provoca nada en mí, pero sigo siendo hombre y tengo necesidades que cubrir además que debo asegurar mi descendencia pura.
Entonces la despojo de la bata semitransparente que traía y queda su desnudez ante mi vista, me abalanzo sobre sus pechos acariciando sus pezones con mi lengua y tocando al mismo tiempo sus glúteos, es una guerrera y su cuerpo luce como tal.Ella enreda sus piernas y cola alrededor de mi cintura correspondiendo a mis caricias, empieza lamiendo mi cuello, hombros y pecho, no tarda mucho en mojarse. Me despego y la tomo bruscamente de los cabellos arrodillándola hacia mi erección para que me haga una felación.
Disfruto recibir placer, de pronto me encuentro pensando en la humana y me excito más, Caulifla piensa que es la que me ocasiona esa reacción, succiona cada vez con más fuerza y eyaculo sobre su rostro, se limpia un poco, la pongo de pie y nos dirigimos a la cama donde la aviento, me coloco encima de ella y empiezo a juguetear con mis manos nuevamente sus pechos y poco a poco me dirijo hacia su intimidad donde la estímulo introduciendo un par de dedos, luego la giro quedando en cuatro y la penetro de un solo golpe, no tengo que medir mi fuerza es una Saiya y las embestidas son salvajes, como dos animales en celo.Hacemos más posiciones destrozando algunos objetos en la habitación, en esta entrega no hay sentimentalismos, no existe eso de hacer el amor, ni siquiera sé que es eso aunque lo he escuchado entre los esclavos, en esas razas inferiores donde abunda esa estupidez del amor, solo es fornicar para nuestro placer y reproducción de nuestra raza.
Termino en ella y quedamos sudorosos, ella me sonríe satisfecha y yo solo la miro sin expresar nada.
Solo le digo: - Mañana no me despidas, ya lo hemos hecho aquí. Espero que a mí regreso me des la noticia de tu preñez.-- Confío en que así será mi príncipe, esperaré su llegada con ansias.-
Intenta darme un beso pero la aparto, me pongo el spandex que traía puesto y salgo de la recámara sin voltear a verla.
Al regreso a mi palacio me topo con la humana que estaba saliendo de su habitación, llevaba un conjunto que casi no le cubrían sus largas y blancas piernas, voltee a ver a los lados mirando si no había guardias a la vista, me molesta el hecho que alguien vea lo que es mío.
- ¿Qué haces vestida así afuera de tu habitación? Alguien podría verte.
- Perdón es que tenía sed y mandé a reposar a mi criada que esta herida si no lo recuerdas.-
- ¿Y que no hay más criadas que te atiendan? - le digo molesto.
- Lo siento, no pensé en eso y no me gusta molestar.
- ¡No vuelvas a salir así! algún guardia podría verte, no tienes que andar exhibiéndote así mujer vulgar. O ¿qué ? ¿Te gusta andar provocando a los hombres?- me voy acercando lentamente de forma amenazadora.
- Óyeme, no seas grose...- no la dejo terminar la frase. Me abalanzo sobre ella besándola con fiereza, inesperadamente mi cola comienza a juguetear y la toma pegándola más a mí.
Ella no corresponde mis besos ,me aparta diciéndome:- ¡suéltame!, hueles a ella y...tienes un chupetón en el cuello. ¡No te atrevas a volver a tocarme después de venir de fornicar con ella!.
No me deja responder, se da media vuelta rápido cerrando la puerta casi en mi cara, dejándome enojado y con una erección, solo alcancé a ver su redondo trasero.
<<Demonios>>
Continuará...
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Mi destino TÚ.
FanfictionEn una galaxia lejana un principe caprichoso heredero del Planeta Vegetasei lucha por ir en contra de su destino marcado por la luna roja quien predestina las parejas de los saiyajines. Una humana es quien pondrá su reino de cabeza.