Primer Amor || Jenna Ortega x TN Fem

Restaurante

Han pasado 4 meses desde aquella salida con Jenna, ella ha tenido la agenda full de cosas por hacer, se la pasa viajando de un lado al otro y no hemos tenido tiempo para reunirnos, pero eso no quita el hecho de que hablemos todos lo días, ¡TODOS LOS DÍAS! Sin excepción, lo cual aprecio demasiado de parte de la morena, siempre anda ocupada pero trata de sacar tiempo para hacer video llamadas y mostrarme lo que hace, los sets de grabación y backstage de las entrevistas, y yo mientras le muestro la universidad o mi casa y así, simplemente hablamos de cualquier tema, siempre hay algo que comentar, son mínimas las ocasiones en las que sólo nos miramos sin decir nada, pero no era incómodo en lo absoluto.

Estaba acostada viendo la última entrevista de Jenna cuando recibo una llamada de su parte, contesté con una sonrisa tonta al igual que las anteriores.

—Hey —la saludé—, ¿todo bien?

—Hola, ¿adivina qué? —preguntó con un tono de emoción, al ver que no recibía respuesta de mi parte prosiguió con la noticia—: ¡Iré mañana a Nueva York!

—¡¿En serio?! —pregunté de lo más feliz mientras saltaba en la cama.

—¡Siiiii! Y me gustaría que fuéramos a cenar mañana por la noche, tristemente saldré temprano al día siguiente para Los Ángeles, estaré ocupada todo el día, pero por la noche seré toda tuya —me prometió.

—Valeeeee, nos vemos mañana por la noche entonces, me pasas la dirección de tu hotel para pasarte buscando —me ofrecí—, dime a qué hora y allí estaré.

—Bien... —se puso a pensar— ¿te parece a las 7pm? —propuso.

—Claro, a esa hora te paso buscando por tu hotel, chau —me despedí y colgué. Me dejé caer en la cama de nuevo y traté de regular mi respiración a causa de la emoción ¡VOY A VERLA DESPUÉS DE MUCHO!

Pasé todo el día con una sonrisa en la cara, a mi papá le pareció extraño la alegría que irradiaba. Me preguntó cuál es la razón y le dije que se trataba de Jenna, él también se mostró feliz por mi felicidad.

Llegado el día y la hora procuré verme perfecta y me dirigí rápidamente al hotel en el que se está hospedando. Le mandé un mensaje avisándole que ya me encuentro abajo, a los 10 minutos apareció, luciendo hermosa y con una sonrisa que mata a quien la vea, simplemente irresistible.

—¡TN! —gritó alegre y me abrazó—, no sabes lo feliz y emocionada que estoy de verte después de varios meses —me regaló una sonrisa cálida que robó mi aliento—. ¿Nos vamos? —asentí y me dirigí al lado del copiloto para abrirle la puerta, agradeció el gesto, me monté en el piloto y avancé sin rumbo fijo.

—¿Tienes algún restaurante en mente? —le pregunté, porque siendo sincera no busqué opciones, y tampoco sabía que tipo de comida quiere.

—Conozco uno muy bueno no muy lejos de aquí —me respondió y empezó a indicarme el camino para llegar a nuestro objetivo—. Es ahí —informó señalandome el local. Estacioné un poco más adelante del sitio porque no habían muchos puestos disponibles, nos bajamos del auto y caminamos hasta adentrarnos al restaurante—. Me gusta este lugar porque no es muy recurrido, así que no habrán fans locos molestándonos.

Al entrar se podía percibir el ambiente relajante y acogedor del lugar, seguí a Jenna hasta una mesa en un rincón alejado para tener más privacidad.

—Ordena lo que quieras, yo invito —se ofreció, hice ademán de protestar pero alzó un dedo en seña de que me quedara callada—, no pienso discutirlo contigo, es lo menos que puedo hacer por el tiempo que estuve alejada de ti —vi como se sonrojaba un poco, me pregunto porqué.

—Está bien —alcé mis manos en señal de rendición—, tú pagas, pero la próxima sí la pago yo, quieras o no.

Estuvimos hablando de cosas triviales durante la cena, que de hecho la comida estaba exquisita, después se creó un poco de silencio, pero no era incómodo, sin embargo noté que estaba un poco nerviosa.

—¿Todo bien? —pregunté al ver que jugaba con sus manos y mantenía la vista en ellas pensativa.

—Te quería ofrecer algo... pero sé que es una completa locura —me miró de reojo y volvió a ver fijamente sus manos.

—Puedes pedirme lo que quieras Jenna, no pasa nada —tomé sus manos como pude para que dejara de jugar con ellas y tuviera más confianza.