Primer Amor || Jenna Ortega x TN Fem

Pijamada

Jenna y yo pasamos toda la semana de un lado al otro, paseando, visitando parques, tuvo una sesión de fotos, otra entrevista más y del resto en casa viendo pelis abrazadas tomando nuestros café favorito y comiendo donas.

Llegado el día de volver a mi casa ella se ofreció a llevarme al aeropuerto, me hizo prometerle que le escribiera todos los días, sin importar la hora, claramente acepté con gusto. Me atreví a robarle un beso, el cual respondió felizmente, aunque le sorprendió porque no nos habíamos besado desde el día que tuvo la entrevista.

Llegué a mi casa y mi padre empezó a hacerme un corto interrogatorio sobre las dos semanas que estuve afuera, le di un resumen lo suficientemente bueno como para que no me pidiera detalles. Le escribí a Jenna avisándole que ya me encontraba en casa sana y salva.

Además llamé a Teresa informándole sobre mi regreso, apenas las palabras salieron de mi boca me colgó diciendo que vendría de inmediato. Y aquí estoy, comiendo galletas en mi habitación mientras me daba sus apuntes de la universidad, porque eso sí, ella me ha estado poniendo al día, pero necesito llenar mi cuaderno con la información que han dado. No necesitaba contarle sobre mis pequeñas vacaciones porque todas las noches le contaba sobre mi día.

Logré convencerla de que se quedara a pasar una noche de chicas, pero a cambio me dijo que tenía que hacer una video llamada con Jenna, para "pasar la noche las tres", rechacé la idea en el momento porque tal vez la morena esté ocupada, sin embargo me obligó a escribirle para preguntarle si estaba disponible esa noche, afortunadamente estaba dispuesta a pasar esa noche con nosotras, así sea a distancia.

La llamé a las 9pm y me contestó casi de inmediato.

-¡Holaaaa! -nos saludó, Teresa estaba sentada conmigo en el sofá de la sala, mi padre estaba encerrado en su habitación con la excusa de no ser un estorbo-, ¿cuáles son los planes para esta noche? -guiñó un ojo con clara emoción.

-Vamos a ver una peli, pondré la cámara hacia el televisor para que la veas con nosotras. ¿Tienes comida y para ver la peli? -inquirí.

-Sip, tengo varias cosas que compré apenas me invitaron a pasar la noche -afirmó mostrando una bolsa de dulces.

-Perfecto, Teresa dale play -le pedí mientras ponía la cámara hacia la tele para que Jenna pudiera ver la peli con nosotras.

Dos horas después terminamos de verla, Teresa se quedó dormida a mitad de ésta, pero no la quise despertar, al contrario la acomodé en el sofá en una mejor posición, busqué una manta en mi habitación y la cubrí para que no tuviera frío. Tomé mi celular, que estaba con Jenna todavía en la pantalla y subí de vuelta a mi habitación.

-Esperaba que Teresa durara más tiempo -comenté soltando una pequeña risa, que fue acompañada por su sonrisa perfecta.

-Más bien pensaba que yo me iba a dormir de primera, pero logré vencer al sueño -confesó, reí ante eso-. Estuve todo el día afuera hablando con el director de la nueva película que grabaré, así que estoy que me duermo cuando menos me lo espere.

-Bueno, ya que tenemos a una luchadora rendida, creo que podríamos dormir de una vez -me encogí de hombros.

-Me parece bien, no me puedo mantener despierta por más tiempo, gracias por la invitación -me regaló una sonrisa sincera.

-Claro, fue divertido, deberíamos repetirlo, pero compraré alguna bebida energética para que Teresa no se duerma -reímos.

-Es la mejor opción, si no le arrojas agua fría para que despierte -reímos otra vez.

-Lo tomaré en cuenta también -le sonreí-. No han pasado ni 24 horas desde que nos vimos y ya te extraño -revelé sin darme cuenta.

-Yo también te echo de menos, espero ansiosa que nos podamos volver a ver -sonrió de manera triste.

-¿No tienes ningún asunto que atender aquí, verdad? -pregunté con un poco de esperanza.

-Desgraciadamente no, pero por ahora, tal vez más adelante surja algo, y si es así serás la primera en saberlo -me prometió.

-Aquí te esperaré con los brazos abiertos. ¿Hablamos mañana? -puse un puchero.

-Claro, te escribo cuando tenga un rato libre, voy a estar ocupada casi todo el día.

-Vale, buenas noches, espero duermas bien -me despedí.

-Igual, buenas noches -nos miramos un rato hasta que colgó. Solté un suspiro de tristeza, esta mañana la vi, pero ya me hace falta.