Kenma es capaz de percibir cosas que cualquier ser humano común no puede percibir; decidió tratar de ignorar esa capacidad especial para tener lo que él considera una vida normal. Sin embargo, al ver a un chico con un aura rebosante de positivismo...
Acá, con este cap, te caés de ojete, te levantás y te volvés a caer
Solo eso debo decir en cuanto a trama, y que si extrañan el kyouhaba y creen que ya es mucho yahari (para mi no es pero well), ya en el próximo cap habrá un poco más
Segundo: empecé la carrera de ilustración... la amo. El único problema es el cansancio del viaje, porque atravieso media región los días laborales, por lo que escribo menos palabras de las que me gustaría, pero estoy tratando de optimizar mi forma de trabajar, al menos no he perdido la costumbre de escribir e intentaré no retrasarme tanto con las actus.
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Cuando Kuroo dejó a Komori y a Sakusa en su departamento, le pidió a Yahaba que le diera la dirección de su hogar, el editor usó una aplicación de mapas para que la voz robótica guiara al policía, y movió ligeramente a Yamaguchi hacia el lado, pues se había quedado dormido y roncaba sobre su hombro. En esa oportunidad era Kenma quien iba de copiloto, todos estaban muy cansados, y era el médium quien más tenía la necesidad de dormir, pues durante esos días el beberse cafés a las 3 de la mañana se volvió una insana costumbre para él.
Shigeru miró la hora, eran las 4:30 de la mañana, y por desgracia para él, eso significaba que no podría dormir antes de irse al trabajo; Hinata también se quedó dormido, y su novio evaluó que lo mejor sería que durmiera un rato en el departamento de Tetsurou, luego él lo llevaría hasta el trabajo en su moto, de todos modos a Shouyou no le importaba llegar con la misma ropa del día anterior. A pesar de no tener tiempo para descansar, Yahaba se sentía bastante aliviado de que su maldición estuviese controlada, y le pareció esperanzador que al día siguiente todo volviera a la normalidad para él; sin embargo, al llegar frente a su edificio, recordó aquel asunto por el cual quiso contactar con Kozume en primera instancia, así que tuvo la necesidad de recordárselo.
—¿Cómo está tu mano? —le preguntó el médium después de bajar del auto para despedirse de Shigeru.
—Ya no me duelen los nudillos, probablemente a él si le duela la cara.
—Me hubiera gustado hacer algo así también, pero entiendo que no está bien y que hay que intentar apegarse aunque sea un poco a la legalidad —comentó Kenma, Yahaba se rió bajo.
—Y yo a su vez entiendo que cualquiera se pondría violento con un asesino cobarde como ese.
—A veces me cuesta entender algunas normas sociales, y los sentimientos de otros, tengo que mejorar en eso —dijo el médium agarrándose el brazo con inseguridad.
—Aun si se te dificulta, lo que haces por ayudar a otros me parece muy admirable. —Yahaba reverenció a Kozume con las manos a los costados—. Te estoy profundamente agradecido por todo lo que hiciste por mi, Kozume san.
—No tienes que agradecerme de esa forma, es un poco incómodo tanta formalidad —murmuró Kenma, entonces el editor se irguió.
—Cuando quise hablar contigo por primera vez, quería pedirte ayuda con cierta investigación que estoy realizando fuera del trabajo. Pero las cosas dieron este giro, y terminaste ayudándome con algo mucho más personal.
