Kenma se quedó en su sitio cuando el semáforo cambió a verde, estaba absorto en la figura de ese chico pelirrojo y la sombra que caminaba a sus espaldas; a medida que ese jovencito caminaba, pudo identificar mejor sus rasgos. Ojos cafés, nariz pequeña, una piel que lucía suave, y una sonrisa que a Kenma le producía mucha paz; pero esa sensación desapareció cuando su concentración se fijó en la sombra; apenas podía distinguir un par de ojos entre toda esa oscuridad, esa cosa observaba fijamente al chico, lo seguía totalmente pendiente de lo que hiciera, esperando algo; a Kenma le dio escalofríos.
El pelirrojo pasó caminando al lado de Kenma, los segundos resultaban inusualmente largos, la vigorosa energía del aura anaranjada produjo un fuerte contraste en el cuerpo de Kenma cuando la sombra pasó por su lado; sintió la mayor calidez del mundo, para bruscamente pasar a sentir un gélido aire rozando su brazo. ¿Qué hacer? ¿Qué decir? Era lamentable que cada vez que veía algo similar, nadie le creyera, que lo llamaran loco por advertirles sobre el inminente peligro; y era una verdadera lástima que le ocurriera a una persona tan luminosa, a alguien tan agradable para todos los sentidos de Kenma; debía hacer algo a toda costa, o al menos intentarlo.
Decidió dar la vuelta y seguir al muchacho pelirrojo, con sus ojos miel clavados en esa presencia maligna, acechándola, atento a cualquier cosa que quisiera hacerle a ese pobre joven; el aire se sentía pesado al estar tan cerca de la sombra, pero debía aguantar, seguir mirándola fijamente. El aura de Kenma estaba empezando a producirle un pequeño calor nada usual, como si estar tan concentrado lo fortaleciera de alguna forma; su corazón casi se detiene cuando vio, o más bien sintió, que esa cosa lo miró de reojo.
Segundos después, Kenma cambió su expresión, de asustada a atenta, él y la sombra se miraban al caminar, sus ojos y los de esa cosa se observaban directamente, Kenma sonrió para dejarle un mensaje claro a ese espectro: "si, te estoy viendo". El ambiente era tenso, como un peso enorme para un simple humano como él, pero no se rendiría, estaría todo el tiempo viendo a esa cosa, no lo dejaría hacer lo que quisiera, así tuviera que estar en esa sofocante situación todo el día.
La sombra se detuvo de golpe, Kenma también lo hizo; se quedaron parados un rato, la sombra se volteó a verlo; ambos se analizaban, probablemente esa presencia maligna aún se preguntaba si alguien lo podía ver; se miraban frente a frente, separados por algunos metros. El pánico casi se apodera de Kenma cuando la sombra comenzó a correr a toda velocidad hacia él, su corazón se aceleró y su respiración se agitó, no tuvo tiempo para voltearse y correr; dio un paso en falso para retroceder y cayó de espaldas al suelo.
Algunas cosas de sus bolsas rodaron por la acera, miró hacia adelante y vio que la sombra avanzaba rápidamente para alcanzar al pelirrojo, Kenma jadeó y empezó a recoger rápidamente sus cosas, no debía perderlos de vista, no sabía que cosas ocurrirían si no le advertía a ese chico sobre el peligro. La gente lo observaba como si estuviera loco, pero eso era lo de menos, debía correr, debía hacer algo, esa presencia le llevaba la ventaja por metros, en el fondo de su pecho una desesperada preocupación fue el motor que necesitó para correr y alcanzar al chico; solo para que este se volteara en seco, mirándolo algo intimidado.
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Poltergeist/Haikyuu
HorrorKenma es capaz de percibir cosas que cualquier ser humano común no puede percibir; decidió tratar de ignorar esa capacidad especial para tener lo que él considera una vida normal. Sin embargo, al ver a un chico con un aura rebosante de positivismo...