capítulo 19

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-¿por que siempre tienden a esconderse en lugares a los que no deseo ir?

-porque sencillamente no quiero que me encuentres.-dijo Azael de espaldas donde podía ver las alas blancas pertenecientes a Remial.

las tenía desplegadas y caídas, rompiendo bastante su camisa.

-Ya no tengo miedo, sé que nadie volverá a tener el poder sobre mí, sin embargo, odio esas escaleras.-sonreí.

él solo emite un pequeño sonido que apenas logró oír.

-¿qué?.-dije sin entender.

-no quiero...volver a perderte.

ahora si le entendía, yo también tenia un poco de miedo de perderle, pero supongo que no desde la misma forma que el, después de todo, ya me había perdido una vez.

me senté suave a su lado y dije con cuidado de no lastimarlo con mis palabras.

-y no lo harás...entrenaré, me volveré más fuerte de lo que soy y si es posible pasaré el infierno contigo.

-no lo entiendes, mi infierno contigo, significaría...exponernos ante la aprobación de mi padre, tal incluso si pudiéramos llegar a una especie de acuerdo, verías las distintas torturas que mi padre y sus demonios aplican a almas en pena. en su defensa...no son almas puras claro que hay pedofilos,maltratadores,violadores,etc. pero también...están los "pecadores" que hicieron cosas en contra de dios he visto cosas mientras mi padre me entrenaba...perso-digo almas que por el simple hecho de no creer en un dios, eran torturados con múltiples muertes hasta que se doblegaran en el nombre de Jesús o sucumbían entre suplicas que les terminaran de torturar y, en sus mejores casos, mí padre los transforma en demonios y los entrenaba para ayudarlo con su trabajo.

-¿en el mejor de los casos? .-pregunte con algo de miedo de lo que pudiera contestar.

-¿irónico,no?hay miles de cristianos allá fuera alabando a dios y cuando pueden elegir entre cielo y infierno ¿Qué crees que hacen? Mejor dicho¿que crees que pasa cuando han probado ambos lados?como yo.-hizo una pausa y siguió.-tal vez nunca haya sido un ángel como mi padre o Remial, pero se lo que son, lo que hacen y nunca fue dios el bueno de la historia,por mucho daño que mi padre haya hecho, él es peor. y si te encuentra,belladona,yo.,.no me perdonaría nunca.

-pero él ya sabe dónde estamos.-conteste obvia.-y tal vez allí si no me equivoco...

iba a seguir hablando, pero él ya había leído mi mente.

-no te equivocas belladona.-contestó mirándome por fin.-seria muy difícil para que él nos encuentre ahí y, aunque lo haga, seria imposible que el mismo pasase por el infierno ya que la energía de ese lugar es...digamos que al ser el único lugar no creado por dios, es distinta.

-¿distinta en qué sentido?

-distinta en que no es terreno divino,por lo cual si estarías segura ahí, pero no se por cuánto tiempo.

-acabas de decir que estaría segura ahí ¿ahora cual es el problema?

-que mi padre te detesta.

-eso podemos solucionarlo ¿Cómo dijiste? llegar a un acuerdo.

-no es tan fácil

-pues veremos entonces.

-no.-dijo Azael y yo lo desafié con la mirada.

-ya he pasado por cosas...

-esto es mucho peor.

-Azael, me niego a perder una guerra en la que tu y yo somos como el rey y la reina en ajedrez, porqué si no sabias, La reina siempre protege al rey en el ajedrez, No al revés.

-estas loca si piensas que iré detrás de ti mientras estas desentrenada.

-te recuerdo que aunque tu estés entrenado por tu padre, acabas de recuperar tus poderes, No tienes tus alas y ningún plan.

-ah ¿y tú si tienes algún plan?

-por supuesto.-conteste.

-dímelo entonces.-se paró a la par mía y me miro serio por primera vez en mucho tiempo.

-te pondrás histérico.

-no me importa.-se encogió de hombros.

-bien porque lo haré igual.-hice una pausa para tomar la valentía y dije.-quiero que tu padre nos entrene, a todos.







Mi infierno contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora