capítulo 11

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Querido diario: han pasado demasiadas cosas desde la última vez que escribí ,al parecer había caído en una especie de coma mientras hablaba con ángeles pero sobre todo con dios (que me quiere matar) y con el diablo (quien me rescato para que deje a su hijo en paz)todo esto es muy surrealista, siempre había leído historias sobre seres sobrenaturales y por supuesto había leído la biblia, pero es que nada de lo que había leído tenía algún sentido con todo lo sucedido ¿Por qué a dios de repente se le había dado por odiar y matar a sus propias creaciones? Era algo que tenía que averiguar, por otro lado, Azael había gobernado mientras yo estaba en esa especie de coma/sueño.

Debo agregar que Azael es pésimo explicando pero por lo que entendí, dios puede manipular los sueños de sus creaciones he incluso torturarlos hasta la muerte en ellos haciendo que en la vida real se infarten y mueran, por suerte supone Azael que dios no lo habría hecho antes debido a que no soy completamente humana y que tardaría un tiempo en aparecer con suerte. Lo malo, es que en su forma omnipresente era afortunadamente invisible a ojos humanos, lo cual quería decir que solo Azael y con un poco de suerte yo podría verlo en la tierra. En cambio, los ángeles eran más débiles causando que se les pudiera ver y puedan ser enviados por dios a causar caos en cualquier momento.

Por último, me había explicado que dios y el diablo ya no se llevaban tan mal como decían la biblia y aquellos relatos antiguos que les contaban a los más pequeños en la tierra.

Dios y diablo hacia siglos que habían hecho un tratado de paz en el que diablo torturaba a las almas impuras y dios se encargaba de llevar al cielo a las almas más puras y bellas de la tierra, algo que dios recientemente empezó a romper su tratado con el diablo mandando almas puras al infierno y el mismo diablo al darse cuenta las mandaba inútilmente al cielo para ser perdonadas, pero estas rompiendo las reglas eran torturadas por los ángeles por el mandato de dios.

Desde que volví hacia una semana sentía que estaba cavando mi propia tumba y pronto comenzaría la celebración del solsticio de otoño.

-belladona, hey ¿estas bien? -pregunto Azael mientras yo jugaba con mi desayuno que consistía en una ensalada de frutas.

- ¿eh? estoy bien, solo estoy un poco desconcertada ya sabes,dios,diablo y....mmmm-trate de hablar y no atragantarme con la cuchara con ensalada de fruta que me estaba metiendo Azael en la boca.

-calla y come, no has comido mucho desde lo que sucedió.

- ¿y tú en mi lugar qué? ¿saltarías por el bosque tirando flores? -conteste después de tragar.

-no...pero al menos podrías plantearte ir al solsticio de otoño, ya sabes festejar la nueva estación, bailar...-contestó Azael.

- ¿y crees que no lo he pensado Azael? ¿sabes cuantas veces imagine eso? ¿pero que pretendes? ¿Qué vaya de nuevo y pase lo de mi coronación? O peor ¿Qué me vea Damaris delante de todos o....-quiero seguir hablando, pero Azael me da vuelta y me besa?

Me besa.

Por segunda vez.

Y aunque no reaccionó de inmediato, cuando lo hago, me toma de la cintura, me alza y enseguida busca una pared para empotrarme contra ella y seguir besándome cada vez más apasionadamente, sus manos bajan y suben tocando partes que no dejaría que nadie más tocase.

Como si pudiera asfixiarme, como si me pudiese ahogar con sus besos.

Quiero,quiero,quiero.

-te quiero. -beso. -te necesitaba. -beso.-tanto.-otro beso esta vez en el cuello.

-me haces cosquillas.-reí.

-necesito saberlo. -susurro en mi oído. -que...

-dime. -susurre tan pegada a el que podía sentir cada movimiento inclusive. Cierta presión allí abajo.

- ¿Qué sientes por mí?

Casi todo el calor acumulado se me bajo con esa pregunta.

¿Qué siento? ¿le quiero? Tal vez ,no, si le quería, le quería muchísimo, solo que...

-no conozco una forma de amar, no tengo los mejores ejemplos que digamos...no conozco, no sé cómo se ama a alguien Azael. -dije despegándome un poco de él.

-bellladona,yo...-dijo mientras se acercaba mientras yo intentaba alejarme. -yo tampoco lo sé ni mucho menos tengo los mejores ejemplos, ni siquiera tengo madre bella...y mi padre...bueno ya lo conoces.

-pero...-dije tratando de buscar una excusa.

-pero nada, belladona, aprendamos a amar juntos. -dijo y por unos momentos muy intensos que es probable fueran 10 segundos, pero yo los sentí como 100.

-está bien, está noche en la celebración del solsticio otoñal, prepárate.... porque te presentaras como mi rey.

Mi infierno contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora