Prólogo

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Estaba esperando a Damaris, a quien le había encomendado una misión casi imposible, encontrar el espejo maldito.

Os explicaré, Damaris y yo desde pequeñas nos encantaban las historias, ya daba igual si eran leyendas,libros,cantautores o simplemente rumores del palacio.

Esta historia comienza un día que estaba escribiendo mi diario, cuando ella me visita con otra de sus locas historias donde me cuenta cómo mi hermano ha crecido y se enfrenta a dragones, demonios he brujas de magia negra que conspiraban contra él.

Brujas como yo, solo que empleaban la magia de manera tan oscura que la gente empezó a creer que eran demonios, cazándolas y quemando su cuerpo vivo, ya que esa era la única manera de matar a una bruja, seres con belleza infinitamente seductora he inmortales. siempre se nos caracterizaba como seres del mismo infierno, aunque en realidad por lo que había leído con Damaris, la realidad era que descendía de la propia luna, supongo que por eso mi padre me puso belladona que significaba literal "flor venenosa".

Es gracioso porque su nombre es Fremont que significa "guardián de la libertad" debería llamarse guardián del encarcelamiento.

Desde que tengo memoria, mi hermano mayor Lorcan de Hendrix futuro rey de Elora me ha tratado mal por el simple hecho de nacer siendo una bruja, cómo mi madre Lilith, quién engaño a mi padre para poder gobernar.

Es entonces cuando después de yo nacer se enteró de Mi padre, el rey, se entera gracias a unos de los guardias quién era ella en realidad una bruja, Es entonces dónde furioso he aún más sintiéndose traicionado, mi madre Lilith es condenada a morir en la hoguera cosa que para mí suerte más tarde, Lilith antes de morir lanzó su último y más poderoso hechizo con el que me perseguiría hasta el día de hoy.

"Las emociones de esa bebé que llevas en brazos controlarán este reino y si ella muere todos perecerán con ella."

Mi hermano Lorcan siempre dice que la vio morir, que su cabello pelirrojo parecía arder con el mismo color del fuego, según la leyenda, las brujas solo desaparecen para siempre cuando se queman, no reencarnan ni van al cielo o al infierno.

Mi hermano es hijo de Maetzy ,esposa anterior de mi padre o mejor dicho el rey, ya que él no me consideraba su hija.

Quién lo había engañado con otro hombre, pero luego al parecer se arrepintió, la verdad es que no es una mala mujer o al menos, eso creía, mi padre la echo del palacio.

Porque en cuanto crecía, mis poderes se hacían más fuertes, sin nadie que me enseñará, ya que las brujas eran condenadas y los hechiceros los únicos a los que se les permitía la magia con un permiso especial, qué era jurarle lealtad eterna a la Corona, pero ellos no poseían el mismo poder que las brujas. Al cumplir mis cinco años, un día antes de mi presentación al público, donde por fin sabrían mi existencia, mi hermano Lorcan y yo peleamos como de costumbre, solo que esta vez se salió de control cuando no pude parar de llorar mientras mi hermano me decía toda clase de insultos e intentaba hacerme la vida un poco más miserable.

Hasta que lo mandé a volar, así o más literal, lo hice volar hasta estamparse contra la pared.

Sólo recuerdo ver cosas flotar a mi alrededor mientras el rey venía corriendo gritando "¡Mi hijo, mi hijo! ¿Qué le has hecho?¡Maldita bruja! no debí dejarte nacer..." fue lo último que escuché antes de desmayarme.

Y para cuando desperté, estaba aquí, encerrada en estas cuatro paredes de gris ladrillo que componían mi torre.

Si no fuera por Damaris con sus visitas he historias del mundo exterior yo ni siquiera me sentiría humana.

Mi infierno contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora