capítulo 4

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bien, esto esto es fácil, ahora imagina que tienes un gran muro en tu mente

Esto es mas difícil de lo que pensé.

-pues claro que va a ser difícil, si levantas un muro de arena es obvio que oire todos tus pensamientos.

-pues como quieres que lo haga de piedra si me pasas taladrando la cabeza con tus pensamientos. -dije cansada

-señorita, sí me permite decirle, esto es un entrenamiento no un parque de juegos.

-¡que grosero!

Por lo menos puedo hacer esto. -dijo en mi mente y luego bloqueo cada pensamiento suyo.

¿Me pregunto que estará pensando?

-en lo bruta que eres...-contesto sexy pasando sus cabellos pelinegros de la cara hacia atrás.

-en serio, deberías parar.

- Basta de entrar en mi cabeza entonces. -dije suspirando

- bien. Probemos otra cosa. -dijo y lo siguiente fue peor.

.............

- ¡pero dale a la manzana pedazo de inútil!

- ¿esto no sería más fácil con una diana?

-pues yo soy tu diana, ahora, adelante se-ño-Rita.

-bien.

Y disparé a la manzana con la primera flecha, le di aun árbol.

Al menos era un manzano.

-¿no cuenta?.-pregunte y me miro con sus profundos ojos celestes fruncidos, estaba perdiendo la paciencia.

Igual yo.

Esta vez le di a un guardia en la cabeza de un guardia que estaba coartando el césped y estaba tan hechizado que siguió como si nada hasta que se desangró y cayó muerto al piso.

Genial ahora soy una asesina también.

-eso da igual son solo humanos inútiles bajo mi poder. Ahora,tira,es tu ultima flecha apunta bien.

Por un momento vi como Azael se distrajo con el hombre humano muerto y adiviné que estaba pensando, los pocos hechiceros del castillo habían desaparecido y sospechábamos que alguien, probablemente Damaris, para mi desgracia había divulgado que yo era la bruja tenebrosa que el rey trataba de ocultar y todo esto lo sabemos porque los pocos humanos fieles no hechizados han estado al parecer muy pendientes de los chismes y poco del trabajo.

Volviendo al tema, aproveche ese pequeño momento para divertirme un poco.

Apunte, esta vez más concentrada y.... ¡fuego!

- ¡maldita bruja del demonio!-gimió de dolor.

- jajajaja ¿acaso te estas insultando a ti mismo?

¿Cómo ahora si puedes apuntar bien?.-me dijo mentalmente debido al dolor en la entrepierna.

Porque efectivamente Le había dado en sus partes endemoniadas.

cuando se quito la flecha, el dolor ceso y mi risa igual, pude ver lo cansado que estaba no tenia ojeras ni nada, pero se notaba una pesadez en sus ojos cristalinos.

- ¿Por qué me tienes tanta paciencia? ¿no se supone que deberías odiar a todos?

- soy hijo del diablo no un idiota, así como me salvaste del espejo yo te salve de la torre, además ahora debo entrenarte si quiero mi parte del trato.

Mi infierno contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora