Cuando Tony despertó, un rayo de dolor lo invadió de arriba a abajo. Con cuidado quitó las sábanas y entonces vio lo que causaba su malestar. Su cuerpo estaba invadido de algunas manchas moradas, que iban desde sus piernas hasta el abdomen y brazos.El día anterior Steve se había desquitado con él, después de llegar enojado del trabajo, y al ver a Tony con libretas a su alrededor, este furioso se desquitó. Tony tenía prohibido pensar en su educación, porque a palabras de Steve, este tenía más que suficiente con estar en casa. Tenía prohibido soñar con el futuro, su futuro.
Sin embargo, Steve ya no estaba, y eso no le sorprendió, el rubio siempre hacía eso, huía avergonzado y volvía arrepentido. Al levantarse, Tony soltó un sonido lastimero, y a pasos lentos caminó hacía el baño; estando ahí, comenzó a ocuparse de las nuevas heridas.
¿Por qué simplemente no huía?
Porque en la cabeza de Tony, él no era nada sin Steve, no tenía nada sin él, se había vuelto un inútil mantenido. Y claro que sabía que ese no era su verdadero yo, pero en realidad, ¿quién era él en verdad?
Con extremo dolor, se sentó en el frio suelo, estaba cansado, estaba harto, si tan solo fuera valiente se marcharía, pero no lo era, esa valentina se había ido, igual que su paz y libertad.
De pronto escuchó unos golpes en la puerta, despacio y confundido caminó hacía la puerta, esperaba encontrar a Steve diciéndole que había olvidado las llaves, pero al abrirla sus ojos se abrieron sorprendidos por lo veían.
–Ay Dios mio... Tony...
Pepper lo miraba con demasiada angustia y pena, al posar su mirada en él, sus hermosos ojos se pusieron llorosos. Detrás de ella, Rhodey y Happy lo miraban tambien con pena.
–¿Qué hacen aquí? –preguntó el castaño con la voz rota.
Los tres lo vieron desesperados.
–¡Te desapareciste! –exclamó la pelirroja a nada de llorar–. Tardamos dos meses, dos putos meses en encontrarte. ¡No contestabas llamadas y te fuiste de tu viejo departamento!
Rhodey escaneó con la mirada dentro de su departamento, su ceño fruncido reflejaba toda la ira de su ser–. ¿Él esta aquí?
Tony negó con rapidez y sin chistar los dejó pasar; en cuanto todos estuvieron sentados, Pepper se lanzó a abrazar con fuerza al castaño. Y al sentir el cálido abrazo que le daba, este se soltó a llorar sin remedio, contándoles entre hipídos todo lo que había sucedido en el lapso de tiempo que estuvo sin poder comunicarse.
–Él dijo que me amaba...
Pepper lo abrazó más fuerte y Tony lloró aun más.
–Llevénme, saquénme de aquí por favor –rogó entre lágrimas, habían ido por él, y ya no estaría solo. No enfrentaría esto solo, ya no más.
Pepper asintió, acarició sus cabellos con suavidad y mirando con seriedad a sus amigos, habló con voz firme:
–Vayan por sus cosas, rápido.
Ambos muchachos asintieron y caminaron rumbó a la habitación.
–Tranquilo cariño, ya estamos aquí –murmuró Pepper a su tembloroso amigo.
En cuanto Happy y Rhodey salieron con mochilas llenas de sus cosas, Tony y Pepper se levantaron y caminaron a la salida. Mientras se dirigían al auto, Tony se aferró a Pepper con desesperación. Y al subir a éste, Tony miró por la ventana.
No volvería con él. Nunca.
~★~
Dos semanas después, el teléfono del departamento donde vivían ahora, sonó.
Tony, extrañado caminó a el. Su piel comenzaba a tener color de nuevo, las ojeras estaban desapareciendo, y por sobre de todo, las manchas moradas se iban desvaneciendo.
Tony sabía que el dolor y los recuerdos jamás se irían, pero ahora estaba lejos de él, y eso era suficiente, más que suficiente. Además, la compañía de sus amigos era lo que distraía su mente y le hacía estar bien por momentos.
Al tomar al aparato y contestar, Tony tuvo un mal presentimiento.
–¿Hola?
Una risilla victoriosa y burlona se escuchó a otro lado–. Fuiste muy impulsivo cariño.
Tony se tensó en seguida, y su respiración se corto.
–Huiste. Te alejaste –Steve hablaba con una calma que ponía de nervios al castaño–. Pero eso no importa, ¿sabes por qué? Porque te encontraré –las mejillas de Tony pronto se humedecieron, la amenaza del rubio lo congeló–. Porque te amo Tony, porque eres mío. Y jamás huirás de mi. Jamás.
»Entonces disfruta por ahora –el tono burlón seguía ahí, pero Tony lo conocía lo suficiente como para saber que Steve en realidad estaba furioso–, ya encontré tu número, así que no tardaré en encontrarte a ti. ¿Entendiste amor?
Y entonces Tony colgó.
Y se soltó a llorar impotente.
Debía huir. Y debía hacerlo ya.
¿Pero a dónde ir cuando al final no sabía ni siquiera de qué huir?
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Te Amo Tony
FanfictionPara Tony, Steve es ese príncipe azul con el que tanto había soñado. Pero Tony lo ama con tanta locura que termina ignorando lo que en realidad sucede a su alrededor. Ignora quien en verdad es Steve... Y la forma tan tóxica en la que se va desenvol...