capítulo 15

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Algunas horas después, mediante información cruzada con algunos ninjas que lo vieron rondar cierta zona. Gai, Rock Lee y Tenten llegaron a un alejado campo donde Naruto entrenaba. Unos 50 clones de sombras estaban divididos en grupos de a 10. El Naruto real iba entre ellos indicándoles pequeñas cosas y los veía realizar los sellos además de otras técnicas. Junto a Naruto, un hombre muy extraño, su cuerpo era color celeste, casi como si se tratara de un espíritu parecía verse a trasluz. Era muy raro.

—Naruto-kun…—se acercó Lee sonriente— buenas tardes Naruto-kun

—ah…hola Lee…—sonrió el rubio de brazos cruzados— ¿Qué hacen por estas zonas tan alejadas?

—ah…nosotros…—intentó hablar Tenten algo nerviosa— nosotros queríamos saber por…

—¡VENIMOS A ENTRENAR, HA HA HA! –Gritó Gai escandaloso y le salía un brillito en sus dientes blancos— ¿TE UNES A LAS NOBLES BESTIAS DE KONOHA?

Naruto sonrió apenas y asintió aceptando. Por alguna extraña razón, tanto Gai como Lee solo le producían mucha gracia y nada de odio. Eran ninjas leales, pero con un sentido muy fresco de la vida en sí. Por supuesto no por eso dejaban de ser fuertes. Además estaba Tenten con ellos, si quería acercarse a esa chica era el momento oportuno. Ella provenía de una familia sin renombre en el mundo ninja por sus poderes. Pero desde el abuelo de ella, se habían construido una fama extraordinaria en la forja de armas. Anko le sugirió que sería provechoso para el plan, si Naruto conseguía los secretos para la producción de las mejores armas de todo el país del fuego. Así que el Uzumaki deshizo los clones y cuando el humo se disipó, solo quedó el espíritu junto a él.

—No se asusten…—dijo Naruto elevando una mano con cautela— les presento a Mikato Uzumaki. Maestro del arte del sellado en armas. Un verdadero genio de los sellos blancos y padre de 5 estilos de combate con sellos.

—adiós Naruto…— le dijo el espíritu como únicas palabras, y se disipó como una ilusión en el desierto.

Cuando el equipo Gai volvió a mirar el lugar donde estaba el espíritu, había un águila cuyo plumaje era bronceado, estaba apoyada en el suelo. El ave aleteó girando alrededor de Naruto y cuando levantaba vuelo al fin, se metió en el pecho del rubio sin que este se moviera en lo más mínimo. Solo la sonrisa desconcertante de Naruto había quedado a la vista de Gai y el resto de su equipo.

Las siguientes 3 horas fueron de entrenamiento. Naruto se mantuvo mostrando una fachada de felicidad y tranquilidad aunque enseguida había descubierto a que habían venido en realidad su "amigos". Sin embargo, cuando el entrenamiento de Taijutsu comenzó, ellos comprendieron con horror cuanto había mejorado en realidad Naruto todos esos años.

El rubio les invitó a pelear contra él. Todos contra él para ser preciso. Gai y Lee rápidamente se lanzaron a golpear con su monstruosa velocidad. Naruto los evitaba parado en el sitio apenas moviéndose un paso para el costado cada tanto y girando sobre su eje calmadamente. Mientras las bestias verdes atacaban todos los puntos y flancos que podían, sin acertar ni un solo golpe. Naruto anticipaba, desviaba con las manos desnudas, esquivando de paso las armas que arrojaba Tenten diestramente como si jugara con un equipo de Gennin, en lugar de Jounnin maestros en Taijutsu. Luego de varios segundos, Naruto se aburrió de evitar y comenzó a devolver. Los morenos comenzaron a recibir ataques precisos al cuerpo, finos contragolpes ante los menores cambios de guardias.

En determinado momento, Gai se paró frente al rubio y lanzó unos 25 puñetazos en varias direcciones. Pero parecía chocar con una especie de barrera a centímetros de golpear. Eran sin embargo las manos de Naruto y sus esquives que hacían la férrea defensa. Hasta que Gai y Lee terminaron por darse una patada mutuamente al intentar rodear a Naruto cuando este súbitamente se agachó, y salieron despedidos metros más allá.

Contracara  (Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora