"La cueva se mantenía en las penumbras casi regularmente. Uchiha Madara era el único habitante de esa caverna donde asentó su laboratorio, biblioteca y habitación. Su cuerpo estaba destrozado, la batalla contra Hashirama Senju fue un empate. El Kyuubi invocado por Madara fue contrarrestado por el Mokuton, anulado por Mito Uzumaki, y finalmente encerrado en su cuerpo gracias a los poderosos sellos familiares del remolino. Madara uso el extraordinario poder de sus nuevos ojos para repeler el fuego del Kyuubi y escapar del valle donde se había generado hasta un lago por la cruenta batalla.
Había pasado casi 5 años, la guerra había estallado en el mundo ninja y Madara aún no podía salir con libertad de esa caverna por precaución de enfrentarse a rastreadores que lo busquen y ataquen en su momento de mayor debilidad. Aun así, había beneficios. Podía leer los viejos pergaminos Uchiha en su soledad, podía evaluar con cuidado todo lo acontecido esos meses pasados y podía por pocos minutos al día, explorar sus nuevos ojos a los reconoció en las escrituras como el Rinnengan.
Dos asuntos rondaban por su cabeza constantemente…
La imagen del cuerpo de su hermano muerto, y el segundo donde decidió perder su honor en favor de la venganza. Esos malditos segundos de la batalla donde decidió traicionar a sus amigos del clan Uzumaki, invocando de manera impura a la bestia guardiana del remolino. Madara nunca sintió culpa por nada de lo hizo en batalla, pero esta invocación fue la primera vez que le hizo sentir mucha desazón. Simplemente estaba arrepentido de haberlo hecho.
En su laboratorio, estuvo experimentando con las células del Shodaime Hokage hasta lograr sintetizar un análisis sobre sus poderes. Madara pensó que aunque fuera su enemigo, tenía en su Mokuton uno de los Kekengenkai más poderosos del mundo. Si tan solo pudiera asimilar esas células, si pudiera absorber esos poderes tal podría revitalizar su cuerpo maltrecho y regenerarse. Pasó por muchos meses de experimentos y se encontró con nada. Eso le frustró mucho.
Un día salió al exterior dispuesto a morir, quería encontrarse con ninjas, plantarles cara por algunos minutos, usar su Rinnengan al máximo nivel y luego morir. Le enfurecía que Konoha estuviera ganando la guerra contra dos villas Shinobi. Le enfurecía que el mismo había entregado a Kyuubi en manos del Konoha. Parecía un viejo inválido caminando por los bosques en esa tarde presagiosa, apenas podía con su alma y le dolía el dolor de su hermano. Pensaba en Raito Uzumaki y su corazón se llenaba más de amargura. El pelirrojo líder le había contado la historia de Kyuubi como demonio de nueve colas y principal escudo del remolino. Le había contado en una cena, que hace años Kyuubi luchó la bestia contra su padre y durante casi 9 horas batallaron sin resultados. Por supuesto el demonio estaba destinado a ganar puesto que su chakra era infinito. Pero aun así le divirtió muchísimo la batalla y durante meses, cada tanto, solía venir cerca de la aldea para luchar con los Uzumaki. No se podía decir que eran amigos, pero Kyuubi comenzó a respetarlos por su dureza y por qué jamás retrocedían a sus promesas. Eran humanos con honor por sobre todo, eso le lleno de curiosidad.
Una noche, Kyuubi apareció en las cercanías de la villa para hablar con el líder. Le dijo que tenía una molestia, que necesitaba de alguien para calmarla. Las nueve bestias lo necesitaban, pero era Kyuubi quien más parecía afectado por ello. El demonio le dijo a líder del remolino, que podían absorber las emociones de los humanos por no contar con sus propios sentimientos, por ser tan solo masas de chakra en bruto, sin corazones y cuerpos más allá de los creados por sus propios poderes.
Fue entonces cuando Ramaniki Uzumaki, se comprometió a ayudarlo.
Hicieron un pacto de sangre, el demonio podía asistir en combate si a cambio se le permitía tomar del corazón de su invocador paz y tranquilidad para su nebulosa mente. Una trasferencia simbiótica que calmaría el odio del demonio, que le daría serenidad. Raito le contó a Madara todo esto disculpándose por no poder enseñarle a invocar al demonio zorro.
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Contracara (Traducción)
Fanfic"Cada hombre, por bueno o malo que sea tiene dos lados en sí mismo. Esas partes de su ser lo acompañan cada segundo de la vida. Esperen y verán, como el hombre que toda bondad demuestra..., también puede ser capaz de una gran maldad. Es como una mon...