prólogo

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Espero les guste. ..


La lluvia azotaba los campos de batalla inmisericorde. Muchos quedaron por el camino, otros cayeron derrotados y esperaban a los equipos médicos para obtener la chance de sobrevivir. La base de Akatsuki era historia, Killer Bee la hizo volar por los aires antes que Sasuke llegara y se trabara a luchar contra él. Kabuto se las apañaba bien contra Itachi apelando a sus esclavos del Edo Tensei, mientras que Madara contra Naruto peleando alejados de las otras batallas, exponían lo mejor de sus habilidades para quedarse con la victoria.

Naruto estaba llorando de rabia, furioso, lleno del innegable olor de la venganza. Hacía casi una hora que había visto exhalar su último aliento de vida a Tsunade Senju, su Oba-chan, su madre sustituta, su amiga. Los cuerpos de los ex-Jinchūriki manipulados por Madara habían barrido con casi todos en el cuartel general. Solo algunos sobrevivieron y resistieron hasta que Bee y Naruto pudieron plantar cara a Madara. Los cuerpos del Rinnengan cayeron y fueron anulados. Sangre, sudor y lágrimas.

Madara se retiró absorbiéndose por un vórtice y Naruto fue tras el furioso. Durante un kilómetro lo siguió, pese a los gritos de Sakura y sus amigos a las espaldas, esta guerra tenía que terminar. Quiso el destino que Naruto alcanzara a su mortal enemigo en el valle del fin. Donde todo empezó, justo ahí terminaría de una vez y para siempre. Madara uso sus maravillosos poderes emanando de los ojos. Estaba confiado, estaba seguro de ganar. Derrotando a Naruto, y luego capturando a un debilitado Bee la victoria era un hecho. Pero el joven Uzumaki no se rendía, recibía los mejores ataques de Madara y aun así seguía de pie. Por su aldea, por sus amigos, por la paz y por la memoria de sus padres. Naruto Uzumaki debía ganar.

—Luchas con valor Naruto Uzumaki, –dijo el gran Uchiha en un momento del combate— lo haces como los grandes de verdad. Como el clan Uzumaki lo hacía siempre.

— ¡¿Qué sabes tú?! –gritó furioso Naruto que apenas se podía mantener en pie— ¿Mi clan? ¡Yo estoy solo!

—Lo sé…—remarco Madara misterioso— Te lo quitaron todo, tu clan, tu familia, y tu futuro. Todo por una aldea de cobardes que no cumplió su palabra.

Naruto se apoyó con dificultad en una de sus rodillas. El cuerpo le pesaba demasiado, estaba agotado y el chakra dorado del Kyuubi estaba a punto de desaparecer. Sus heridas eran graves, su vientre correaba en sangre y su brazo izquierdo estaba inútil. Quebrado como rama. Pero sus sentidos le indicaban algo increíble, Madara no sentía odio al decir esas palabras, sus sentimientos eran de…melancolía. ¿Qué estaba ocurriendo?

—Yo quiero un mundo diferente, —anuncio el viejo Uchiha— un mundo que será pacifico, donde no habrá traición o rencor. Un mundo donde volveré a ver a mi hermano, donde volveré a ver a todos los míos. Ese es el propósito primero de mi plan "Ojo de Luna"

—Seguro…,— con acento irónico— apoderarte de la tierra es solo un bono extra ¿no?—sonrió Naruto molesto— Que generoso eres…

—Piensa lo que quieras…—señalo Madara— Hace años me cansé de ser considerado y atento. Soy una bestia porque el mundo bastardo me hizo así. ¡Prefieren llamarme monstruo para no admitir sus traiciones!

— ¡Eres un bastardo! –Gritó Naruto furioso— Mataste a tantos, mataste a Oba-chan…

—Puedo revivirla, a ella y a todos…—señaló cruzado de brazos seriamente— Tengo poderes limitados por ahora, pero serán completos cuando tenga a los nueve demonios.

Contracara  (Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora