Contracara (Traducción)

capítulo 16

—buenas noches….mejor amiga.

La voz profunda le erizó los vellos del cuerpo cual presagio de muerte. Kurenai Yuhi volvía de la academia de estudiantes directo a su casa, cuando esa voz llego desde un callejón oscuro en la calle donde caminaba. No tenía que ver para saber quién era, la conocía tanto como nadie jamás lo haría. Era su "amiga". También era de noche, y en un lugar demasiado solitario.

—Recuerdo cuando jugábamos en la plaza de la aldea hace tiempo –susurro Anko saliendo de la oscuridad y caminando sensualmente hacia Kurenai— éramos como hermanas, incluso te decía "Nee-san". Éramos como una familia. Ku ku ku

— ¿Éramos? –Interrogó Kurenai y siguió caminando sin detenerse— ¿significa que ya no somos?

—Dímelo tú, —respondió Anko que la seguía un par de pasos por detrás— tus nulas visitas a la cárcel, me hicieron pensar que ya no considerabas nuestro vinculo.

—estabas descontrolada por los sellos malditos –señalo Kurenai sin voltearse— pensé que sería mejor esperar a que reaccionaras. Tengo un hijo a quien cuidar y no podía arriesgarme a…

—basura… —le cortó Anko— te dieron la "sugerencia" que no me visitaras. Que me dejaras pudrirme en la cárcel sola. Averigüe en el ANBU el soborno que te dieron, todo por tu querido Azuma.

—No me dieron ningún soborno…—indicó Kurenai fingiendo estar serena— mi hijo recibió su herencia de parte de los Sarutobi, un gesto final de ese clan que ya no se dedicara a la profesión del ninja.

—fue una desgracia la muerte del heredero ¿verdad? –Señalo Anko con sonrisita— el nieto del tercero siempre fue muy confiado, siempre pensé que esa misión a la cual fue enviado era demasiado para él.

— ¿tú qué sabes al respecto? –pregunto Kurenai deteniéndose y girando sobre sus pies para enfrentarla

—lo sé todo, ku ku ku –respondió Anko frente a frente con Kurenai— sé que los viejos del consejo querían minar las posibilidades de ese muchacho como sucesor del Rokudaime. Sé muy bien por informes que la misión se fue de las manos y que Konohamaru Sarutobi no debía morir. Y también supe, cuanto te benefició que eso ocurriera. Ku ku ku

—no sé de qué hablas...—desdeño Kurenai— no tuve que ver con nada de eso, solo son rumores malintencionados de algunos disidentes. Lord Hiashi no era un Kage popular ciertamente. Pero el consejo nunca hubiera pretendido perder a la familia Sarutobi como clan ninja.

—hablo que la familia Sarutobi te entregó todos los pergaminos con técnicas de su clan. Ellos tienen pocos miembros desde que Sandaime falleció, Azuma y Konohamaru eran sus herederos. Ahora nadie de la familia Sarutobi será Shinobi nunca más. Así que solo queda tu hijo, el hijo de azuma.

—Renji es apenas un niño, —dijo la morocha sin comprender— ignoro lo que buscas pero desde ya te advierto que…

— ¿me adviertes? Ku ku ku –se acercó peligrosamente Anko— ¿Tu…me adviertes? ¿Que podrías hacer contra mí? ¿Acaso crees que te tengo algún temor?

—Te lo advierto Anko…—miro amenazante la morocha— mi hijo es lo único que me queda. Y pobre de aquel que intente dañarlo. No le alcanzara la vida para lamentarse.

—Parece que aun te dura el enojo desde nuestra pelea…—rio Anko traviesa— ¿acaso viste algo en mi mente que no te agrado demasiado?

Kurenai apretó los dientes de recordar lo ocurrido. La noche que Anko perdió el control de los sellos y tuvieron que frenarla para que no aniquilara a la población. Kurenai la metió en un Genjutsu, pero los sellos malditos en Anko la defendieron al punto que Kurenai termino por observar la ilusión que ella misma había creado. El dolor de Anko, el estar sola, los brutales entrenamientos de Orochimaru que casi parecían unas sesiones de tortura. Kurenai vio algo más, pudo ver a azuma Sarutobi muy ebrio tratando de besar a Anko. Pudo ver claramente el anillo en la mano del castaño. Ese anillo distintivo de cuando azuma y Kurenai empezaron a salir como novios. Él estaba tratando de follar a Anko, no había dudas por esas imágenes.