Para Roier y Jaiden era realmente molesto ver como aquellos niños, Híbridos de dragón, eran tratados por sus padres adoptivos, Raramente prestandoles atención y haciendo que algunos quedarán únicamente con una vida por la falta de atención.
Roier er...
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-No llores, todo estara bien-
La lancha avanzaba a toda velocidad, Mientras el de lentes abrazaba a su hija y ejercía presión en la herida que la pequeña tenía en su estómago.
Bobby iba en la parte de adelante con su padre, Sentado en las piernas de el chico arácnido, abrazándose a el mientras lloraba desesperado por la pequeña al igual que el padre de esta, Roier no despegaba a la mirada del camino nisiquiera para tranquilizar a su hijo.
En el asiento a su lado iba Ramón, Quien también había empezado a llorar.
La niña solo respiraba pesadamente, Mientras miraba a su padre llorar, la niña tomaba la cara de su papá y movía con sus dedos un poco los lentes de este, intentando mantenerse consiente y hacerle saber a su padre que seguía con el.
Roier a diferencia de todos no se encontraba llorando, más bien, estaba enfurecido, y sabía bien que alguien iba a morir, y ese alguien no sería Juana.
Detrás de la lancha, Se encontraba un híbrido en su propia lancha, teniendo de acompañante a otro híbrido que volaba a su par.
Spreen y devil Rubius seguían a los dos adultos y tres niños.
-Se llevará a tu hijo, no lo volverás a ver, lo vas a permitir?-
Spreen gruño, con sus garras y la presión que ejercicio, partió parte del hule que recubría el volante de la lancha, Devil estaba feliz, sabía bien con quién trataba, refiriéndose tanto a Spreen cómo a Roier.
Podía ver el aura de todos, la de Spreen era tan pesada en esos momentos, de un tono morado oscuro, tanto como sus ojos en ese momento.
Pero al ver hacia enfrente, Toda la lancha era rodeada por una aura completamente negra, que aumentaba conforme los segundos.
Incluso el demonio se retractó en ese momento.
Pero cuando regresó su vista hacia el oso negro para detenerlo, se percató que la lancha ya no estaba a su lado, esta de había detenido unos metros atrás.
Floto hacia la lancha, Dentro, miro al híbrido acostado sobre el volante.
Su sollozo se empezó a hacer más audible, después empezó a soltar insultos y maldiciones.
-Me lo quito! Nisiquiera lucho, se fue feliz con ese maldito!-
Spreen empezó a golpear el volante, Continuaba llorando e insultando al aire, estaba enfurecido, lo peor es que para el era imposible enojarse con aquel niño ni con el chico araña.
El amor que sentía por ambos se lo impida, así como en su momento le impidió ver qué les había arruinado la vida con pequeñas pero concretas acciones, que terminaron en el asesinato de la mascota de Roier y missa, y en el abandono de su hijo, a quien solo había criado como un guardia y no como un niño.
Ahora la lancha de el otro grupo no era visible, estaba bien con eso, almenos si perdía los sentidos no tendría un camino fácil que seguir.
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La puerta fue abierta por el de banda azul, Dejo pasar a todos rápidamente y les guío hacia la parte de arriba de su casa.
Abriendo el segundo piso donde estaba el cuarto de bobby y la cama que Juana había dejado en la mañana.
Mariana dejo a su hija en la cama, miro su cara, estaba tranquila, pero podía destinguir el miedo en sus ojos.
-Bobby, tu mamá viene en camino, cuándo llegué le abres-
Roier empezaba a buscar en las cajoneras de la habitación cosas para empezar a tratar a la niña, encontrando vendas, curitas, alcohol y gasas.
Dejo todo en la mesa de noche, Mariana seguía a un lado de su hija, ahora sin sus lentes, pues la niña se los había quitado hace unos momentos y ahora los tomaba con cuidado, jugando con ellos abriéndolos y cerrando los con una sola mano, mientras la otra era tomada por su padre.
La puerta fue golpeado con fuerza, El niño de overol bajo a ver quién era, abriendo rápido al ver a su madre fuera.
Está entró a la casa cuando le abrieron, cargo a su hijo y cerró.
Corrió hacia el segundo piso, ahí bajo a su hijo y fue con su hermano y el amigo de este que estaban con Juana.
-¿Que paso?, who did this to him?-
-Spreen-
La chica miro directo a su hermano, su pupila se había contraído y su mente se nublo por un momento, aquel oso había vuelto a dañar algo que quería.
-Nos encargaremos de eso luego, ayudala Jaiden, por favor-
El chico de capa blanca suplico a la híbrida de ave, está sacudió la cabeza y extendió su mano.
-Dame lo que tengas, yo tengo más material encima-
Así la chica empezó, primeramente haciendo que la niña bebiera una posición de curación, está la habría curado por completo si no fuera por el hecho que la niña era un híbrido, los cuáles no eran totalmente curados por aquellas pociones.
Vieron como la pequeña cerraba los ojos, antes que que todos entrarán en desesperación, Jaiden hablo.
-Esta bien, Eso le ayudará bastante, lucho mucho por estar consiente, necesitaba descansar, She is strong, trust me-
La chica se colocó unos guantes que había sacado de su inventario, al igual que más material que ocuparía con la pequeña.
-She will be alright-
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