Para Roier y Jaiden era realmente molesto ver como aquellos niños, Híbridos de dragón, eran tratados por sus padres adoptivos, Raramente prestandoles atención y haciendo que algunos quedarán únicamente con una vida por la falta de atención.
Roier er...
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El chico se sentía juzgado, todos mirandole como una amenaza latente, no le ofendida demasiado pues sabía que en realidad no era.
El híbrido de tiburón y tótem hablaba animadamente con el simbionte morado, todos parecían estar más enfocados en el chico esqueleto.
Incluso vegetta, quien al principio se notó más alerta con el simbionte, ahora le miraba con mejor cara, incluso si estaba hablando con su esposo.
Pero con Natalan, todos seguían alerta.
Y lo seguirían estando, más cuando su presencia pareció afectar a el menor de la isla sin contar a los niños, Roier.
No eran de la gente que se dedicaba a juzgar por primeras impresiones, siempre le daban la oportunidad a la gente, pero era extraño.
-A alguno le ha llegado mensaje sobre los franceses?, Enserio empiezo a pensar que no llegarán-
-No lo harán-
Benon dejo de hablar con el tiburón y se enfocó en el de capa blanca, Mariana.
-A los franceses los cambiaron por nosotros, entonces ellos ya no vienen para acá-
Natalan explicó mientras seguía cruzado de brazos, en un ambiente normal se notaría más relajado y amigable, pero ahora se sentía alerta, como si cualquier cosa que hiciera fuera anotado.
-Una pena, Enserio quería conocer nueva gente-
Forever habló, su punto de vista fue compartido por todos sus compañeros portugueses, sin duda de toda la isla eran la comunidad más sociable y que constantemente intentaba conocer nueva gente.
-Pues venga, Vamos a casa y dejamos a los nuevos empezar a construir y todo-
Si bien Roier había anunciado la noche anterior que dejaría a los franceses quedarse algunas noches en el castillo mientras se hacían una casa, Con la reciente reacción de el castaño arácnido, Philza decidió no notificar de esto a sus dos nuevos compañeros y posiblemente ninguno de los habitantes de el castillo recordaba lo dicho, o tampoco querían decirlo.
-Vamos Niños!-
Jaiden era la más feliz de irse ya, la presencia de el chico con aquel ojo azul, que parecía observar más de lo que debería.
Jaiden se había percatado de que Natalan había mantenido su vista en los niños que se habían quedado, al igual que había visto demasiado a Bobby antes de que se fuera, No sabía cuál era la razón pero tampoco esperaría a tenerla, No dejaría que el se acercara a los niños.
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