Para Roier y Jaiden era realmente molesto ver como aquellos niños, Híbridos de dragón, eran tratados por sus padres adoptivos, Raramente prestandoles atención y haciendo que algunos quedarán únicamente con una vida por la falta de atención.
Roier er...
La puerta de aquel hotel fue abierta de par en par.
-Es hora de empezar-
Mientras el chico caminaba por los pasillos de el hotel, La gran ciudad se encendía poco a poco, la vida que aquel lugar había perdido desde hace 21 años ahora resurgía de la oscuridad.
Gente ya caminaba por el hotel, la mayoría gente que había mantenido por tantos años todo en orden y limpio.
Habia sido una gran noticia, pero rápidamente gente fue hacia aquel lugar , el lugar de sueños.
-A las 11 sera el anuncio señor-
Uno de los sirvientes se acerco a decirle, el solo asintió y sonrió.
-Ya nadie molesta-
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-Son realmente una molestia-
El chico miraba por los paneles todas las cámaras.
Tantas casas habían quedado como únicamente construcciones abandonadas.
-Te lo dije Cucurucho, Tenías que encargarte de poner todo en orden, No de vengar a tu noviecito-
-Señor le juro que lo intenté, mandé a algunos tipos a asustarle y más, pero creo que no sirvió, lo vieron en su casa-
El tipo frente las pantallas golpeó con fuerza la mesa, haciendo que el oso retrocediera un poco.
-Tu estúpidos juramentos poco me sirven si la maldita isla sigue pareciendo Chernobyl con tantas cosas abandonadas-
-Podriamos mandar a demoler eso, o decirle a los mismos dueños que lo hagan-
El sujeto miro a el oso, analizando la propuesta de su trabajador.
-Tengo una mejor idea-
Sonrió declinando con aquella opción.
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-Ey, Borrego, estás bien?-
-Sabes, No me preocuparía realmente de esto, estoy muerto de todas formas-
-Pero?-
-Pero ellos, Ellos no lo estan-
Ambos se miraron un segundo y luego regresaron la mirada a el grupo de trabajadores que, sin saber por cuáles intenciones, ahora se encontraban intentando atraer a aquella dragona que hace tanto había huido de la isla.
-Escuche a tu hija decir que pelearia contra un dragón por los niños, Espero sea verdad-
Jschlatt le miro, Ahora se arrepentía de haberse alejado tanto de la casa.
-Vamos ya-
-Que, tienes miedo que nos vean?-
-Sigues sin ser gracioso-
-Oh vamos!, Tu eres menos gracioso y nadie te ha dicho nada-
-POR QUE MIS CHISTES NO APARECEN!-
Jschlatt se alejaba dejando a su compañero, el cuál nego cruzado de brazos, para después al ver que realmente se alejaba bastante, empezar a seguirlo.
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