Tessa está devuelta y los problemas en Beacon Hills, también.
"Te necesitábamos y no estabas aquí para ayudarnos"
"¿Estás insinuando que todo lo que sucedió e...
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Tessa dió unos pasos hacia atrás hasta terminar chocandose con los casilleros.
¿Rafael quería matarla? ¿Había escuchado bien?
No podía creer lo que estaba sucediendo, era todo tan repentino que no podía conectar sus neuronas para poder a llegar a una conclusión del porqué el chico quería matarla.
—¿Por qué quieres matarme? ¿Qué fue lo que te hice? — preguntó confundida mientras trataba de no mostrarse herida ante la traición.
—¿En serio no tienes ni la mínima idea? — preguntó indignado — Me das asco. ¿Cómo puedes seguir como si nada? ¿Cómo puedes seguir con tu vida sabiendo que mataste a alguien?
Aquella era una buena pregunta a la que ella todavía no tenía la respuesta. No era fácil quería decirle, no era fácil irse a dormir y recordar que sus manos estaban manchadas de sangre.
Tessa tenía dos teorías sobre lo que estaba sucediendo, la primera era que Rafael se había equivocado de persona y por error estaba por matarla; y la segunda, que Rafael era cercano a la única persona que ella había matado.
Deseaba que sea la primera.
—¿Qué eras de Kienan? — preguntó ella, seriamente, soltando la única teoría que tenía en mente.
La castaña observó como aquel nombre hizo despertar algo en Rafael. El chico se acercó a ella con tanta rapidez que no tuvo tiempo de moverse, logrando que este la empujara con demasiada fuerza contra los casilleros.
—No digas su nombre! — ordenó mientras golpeaba el casillero a un lado de ella —Tú lo mataste y ahora tienes que pagar por ello.
—Él estaba por matar a Emma, no tenía otra opción —confesó ella —Lo lamento, nunca fue mi intención matarlo pero si no me defendía, Emma y yo estaríamos muertas en este momento. —Tessa lo observaba a los ojos, podía notar la rabia que cargaba en ellos y sabía que cualquier cosa que le dijera no cambiaría nada de como se sentía. —Se llama defensa propia, por cierto.
—Eres tan arrogante, tal como Kienan describió a tu padre —comentó, captando su atención — Primero tu padre asesina a su beta y después tú...— él se detuvo, ya que no podía seguir por la rabia que sentía — Juré que iba a vengarme, juré que terminaría lo que él había empezado.
Tessa empezó a toser, su garganta picaba y su toz empezaba a ser más fuerte, haciendo que llevará su mano a la boca y, otra vez, le dejaba una mancha de sangre en ella.
—Veo que está resultando mejor de lo que creía — comentó él al ver la sangre.
—El té...- dijo ella después de juntar los cabos — Es la única manera en la que podías envenenarme sin que me diera cuenta.
