IV

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Otro perro, bastardo, nauseabundo, asqueroso, malnacido, hijo de puta, desgraciado, infeliz, estúpido, maldito y jodido día

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Otro perro, bastardo, nauseabundo, asqueroso, malnacido, hijo de puta, desgraciado, infeliz, estúpido, maldito y jodido día.

Son las 13:00 hrs. y quiero suponer que la mocosa idiota ya ha llegado a su área de trabajo. Claramente le dije que a esa hora estuviera aquí ya.

— Kaina, ¿ya llegó Toshinori?

— No. Le dije que llegara junto con sus compañeros a las 14:30 hrs. Sólo que saldrá a la misma hora que yo, a las 18:00 hrs.

— ¿Entonces te estás pasando mis ordenes por donde no te da el Sol?

— Kai, hijo de... No, tu mamá no tiene la culpa — suspiró — ¿Y si hablas con la chica? Quizá entre ella y tú encuentren una solución a tu trauma.

— Yo con esa mocosa no quiero cruzar ni la mirada.

— Ajá... Mira, lo que haga con Saori-san es cosa mía, ¿si? Al ser ella mi asistente, puedo darle órdenes.

— Se te olvida que soy el dueño de la empresa, ¿no?

— No, no se me olvida, pero si quieres mandar sobre Saori-san, cámbiale de puesto para que esté contigo todo el día.

— La razón por la que la mandé contigo fue porque no la quiero cerca.

— Entonces deja de preguntar por ella y quererle hacer la vida imposible. Ahora déjame que estoy trabajando.

— Kaina — me colgó. Resoplé y también terminé la llamada —. Ni estando en otro departamento te vas a escapar de mí, Toshinori Saori.

14:30 hrs. y llegó el chico, Tenko, a la oficina. Sólo vi cómo los otros dos se despidieron de él.

— Buenas tardes — saludó al entrar.

— Buenas tardes — respondí — ¿Sólo vinieron dos?

— Ah, no, venimos todos. Es sólo que Saori se pasó directamente a Almacén — dijo, después de dejar su mochila en su escritorio.

— Hay un asunto que quiero tratar con tus compañeros. ¿Podrías llamarles?

— Claro. Enseguida.

Salió de la oficina para ir en busca de los muchachos. Qué mejor manera de vengarme de esa mocosa humillándola frente a sus amigos.

Los tres llegaron menos ella. Pasé mi mirada por el rostro de los tres chicos y los tres estaban seriamente esperando una indicación.

Speechless |Kai Chisaki|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora