3 meses después...
Recuperarme no fue sencillo, por suerte, tuve a mi lado a los mejores enfermeros que podía pedir.
Dmitry se quedó en mi casa las primeras semanas después que me dieron de alta e Ibai no paraba de llamarme esposa.
A pesar del dolor, de los malos recuerdos, estaba feliz de tenerlo en mi vida.
Muchas veces las personas dicen: Si volviera a nacer, haría exactamente lo mismo, cometería los mismos errores, porque ellos me han llevado a ser la persona que soy hoy.
Lo cierto, es que, si yo tuviera el poder para regresar en el tiempo, sin duda haría un par de cosas diferente. Sin embargo, eso no se podía y debía aprender a vivir con las experiencias de la vida. A perdonarme, por las consecuencias de mis acciones y lidiar con mis sentimientos de culpa, esos son los peores, no se iban de mi corazón y me recordaban cada día, cada segundo, mis errores.
Sin embargo, a pesar de que todo pudo salir muy mal, estaba viva para celebrar otro día rodeado de mis seres queridos.
—Agradezco un montón que Dmitry estuviera contigo —comentó Callie sentada a mi lado.
Hace unas horas Ibai y yo habíamos llegado a Francia, junto a Callie y Alisha que fueron a Rusia para ser mis enfermeras.
—Él se ha vuelto parte importante en mi vida —afirmé bebiendo de mi copa.
—Basta que me entran celos —bromeó mi amiga—. Ahora, en serio, fuiste muy valiente.
—Y, sobre todo, gracias por no morir —agregó Alisha con una hermosa sonrisa.
Era increíble, tenía al menos dos meses conociéndola y todavía sus ojos de color violeta lograban dejarme sin palabras.
—¿Te preocupa como vaya a reaccionar Apolo ante Ibai? —indagó Alisha.
—Un poco —admití—Es que Ibai es tan grande.
—Y rústico —añadió Callie—. Jamás lo había visto nervioso.
—No creo que debas preocuparte por este encuentro de padre e hijo, al menos que él diga que será el piloto de la nave, allí te aconsejo que huyas —bromeó Alisha.
Solté una carcajada.
—Allí vienen nuestros hombres —anunció Callie.
Me giré y vi a los 3 vestidos exactamente iguales. Sin poder evitarlo, las 3 comenzamos a reír.
—¿Por qué se han vestido igual? —preguntó Alisha.
—No, no lo hemos hecho —alegó Yuri evaluando su atuendo.
—Tienen la misma camisa blanca y el mismo pantalón negro —recalcó Callie riéndose.
—Es que hasta las corbatas son iguales —me burlé.
—Solo diré que no fue planificado —dijo mi esposo acercándose a mí. Me dio un beso y agregó—. ¿Cuándo llegan tus padres?
—De hecho, nos están esperando cerca de la Torre Eiffel. Creímos que un ambiente neutral era mejor para él —le expliqué.
—Bien, entonces vámonos —declaró Yuri y todos se pusieron de pie.
—¿A dónde creen que van? —pregunté cruzándome de brazos.
—No vamos a intervenir, pero queremos ver al grandulón cagarla —comentó Patrick riendo.
—Vete al carajo —replicó mi marido.
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Romance Indecente
ChickLitBella Dubois, es una joven bailarina que se ha esforzado mucho para conseguir una beca en la mejor academia del mundo. Sin embargo, al llegar a Rusia, ella jamás imaginó que el destino cruzaría su camino con el hombre más peligroso de la ciudad. I...