You belong with me

Los leones no son los reyes de la selva

Cada viernes por la noche se veían sin falta en el caldero chorreante, una vieja tradición desde que la guerra acabó y siempre era para hablar los mismos temas: sus trabajos, problemas cotidianos y por supuesto, quejarse de los Slytherin.

-¿Entonces es un hecho que la propuesta de Malfoy será aprobada?- preguntó Ron tomando un gran trago de su cerveza con todo el odio con el que se podía hacer dicha acción

-Así es- suspiró Hermione- aunque, si lo pienso mejor, creo que me estaba comportando tan radical como Lucius, supongo que Malfoy fue un punto medio- a pesar de su derrota, Hermione sabía cuándo una idea era buena y beneficiosa para la comunidad, además, se sentía un poco intrigada por conocer todas esas tradiciones de las que los sangre pura hablaban.

-No hablas enserio, además, a ellos que les importa, no viven aquí

-¿A caso no viste a Narcissa?- Ginny estaba tan molesta como su hermano- estaba viendo cortinas, muebles y más para la mansión, seguramente van a volver

Ojalá, pensó Harry quien se había mantenido callado gran parte de la velada

-Esto será una pesadilla- apoyó Seamus rodando los ojos

-¿Por qué?- preguntó Luna con una amable sonrisa- así como fueron necesarios en la guerra lo son también para tomar desiciones en el ministerio

-¡Son unos malditos racistas!- explotó Ron

-No lo creo- siguió Luna con voz calma- por lo que sé, ahora se llevan bien con los muggles, incluso Draco es popular entre ellos

-¿Cómo sabes eso?- por primera vez intervino Harry

Luna les comenzó a relatar cómo lo había encontrado a él y a su esposa en su luna de miel, (cosa que le dió náuseas a Harry) y como varios muggles se le acercaban para pedirles fotos y autógrafos, ella tomó varias de esas fotos, salieron tan bien que incluso fue el mismo Draco quien la recomendó a una revista, fue ahí donde Luna consiguió un gran trabajo para una revista muggle que combinaba muy bien con lo que hacía para el quisquilloso.

-¿Malfoy te ayudó?

-Fue muy lindo de su parte el ofrecimiento pero quién en verdad tiene el poder es su esposa, Astoria es muy dulce siempre que no está enojada, unos chicos arruinaron su trabajo y eso no le gustó, pero supongo que ese es su encanto, Draco parecía maravillado al verla tomar el control

Ron se mofó alegando algo sobre sumisión, pero Harry dejó de escuchar, no podía con la idea de su Draco viendo con ojos de amor a alguien más, él más que nadie (seguramente Astoria también) sabía que a Draco le gustaba el poder, poseerlo y verlo, pensó en la guerra, en que había recuerdos dolorosos pero gracias al rubio también habían algunos que atesoraba, como los ojos grises que le vieron totalmente asombrados cuando al fin derrotó s Voldemort, recuerda que todos se veían aliviados, cansados y hasta tristes, pero solo Draco le miraba maravillado, asombrado, como un niño viendo fuegos artificiales; recuerda que esa misma noche, habían hecho el amor hasta el cansancio, Draco le había susurrado palabras de amor en todo momento, fue gracias a él, que aquella pesadilla al fin había llegado a su fin, se sintió seguro en sus brazos aunque el rubio le juraba que era él quien le brindaba seguridad.

-Como sea, gracias a ellos las demás serpientes se sentirán intocables, jodidos mortigafos- el rencor en la voz de Ginny era palpable.

-No hay que perder la calma, ellos no harán algo perjudicial, además, Luna tiene razón, gracias a ellos se aseguró la victoria-tal vez Hermione estaba un poco desconectada de la verdadera conversación, pero las campañas para aspirante a ministro serían pronto, con la última votación en el ministerio se dió cuenta que tenía algunas deficiencias y que, por Merlín, tal vez fueran los Malfoy la solución a sus desgracias. Si bien seguía firme en que los Malfoy solo pelearon por si mismos, estos habían expandido su mundo al vivir entre muggles y aún así, nunca dejar de lado sus orígenes, sabía que con su influencia, podía llegar lejos.