Disculpas

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Hermione Granger había sido catalogada durante sus años de escuela como muy inteligente para ser Gryffindor y muy impulsiva para ser Ravenclaw; había tomado decisiones inteligentes y algunas otras muy estúpidas, también había sido estúpidamente inteligente, esas decisiones la habían mantenido con vida y también le habían dado muchos problemas.

Casarse con un Weasley y asociarse con los Malfoy era algo inteligentemente estúpido.

Querer a los Malfoy como aliados en su próxima campaña era inteligente.

Llegar a Malfoy Manor sin avisar era algo completamente estúpido.

Un elfo la dejó pasar (eso no le había causado gracia) y al llegar al recibidor, lo primero que encontró fue la varita de Pansy.

-¡Tú, sangre sucia, inmunda!- no pudo decir más, enseguida su boca se llenó de espuma, Hermione levantó su varita solo para demostrar que ella no le había llenado la boca de jabón.

-Pansy- la voz de Narcissa Malfoy llamó la atención de ambas mujeres y de pronto, Granger notó como Pansy ya no era la bruja a punto de maldecirla, ahora se veía como una niña que acababa de cometer una travesura- nada de groserías cuando los niños están cerca- con una floritura, la espuma desapareció.

-Lo siento, sigo molesta con ella y se me salió, no volverá a pasar.

-Bien- cuando Narcissa posó sus ojos sobre Hermione también se sintió años más joven- señora Granger, temo que su presencia no es bien recibida, así que¿puedo ayudarle en algo? de lo contrario, le pediré se retire.

Nunca tuvo la oportunidad de conocer a los Malfoy, Draco siempre fue grosero con ella (y ella con él) pero en Hogwarts parecía tener muchos amigos, vió a Lucius un par de veces en su vida, pero nunca intercambiaron palabra, a Narcissa solo la había visto a lo lejos unas cuantas veces y sin importar lo que dijeran de sus lealtades durante la guerra, había salvado a Harry y estaba más que agradecida por eso.

-Lo siento- fue lo primero que abandonó su boca- quiero decir, vengo a ver al Lord y al señor Malfoy, pero también estoy aquí para disculparme y en su caso, agradecer, estoy en deuda con usted por haber salvado la vida de Harry aquella noche en el bosque, nunca tendré como pagarle.

-No hay nada que agradecer, señora Granger.

-Y Pansy, lo siento, por lo que le hice a Neville, no fue correcto, solo quería ayudar a Harry.

-No es a mi a quien le tienes que pedir disculpas por eso, pero si podrías disculparte por llamarme "pegajosa" durante la escuela.

-¡Tú me llamabas pelo de escoba!

-¿Y desde cuando empecé a llamarte así?

Abrió la boca pero no salió nada, ciertamente en una de las peleas diarias de Draco y Harry, la pelinegra salió a defender a su amigo, Hermione la llamó "pegajosa" algo estúpido que no pensó y solo quería dar entender el punto que nunca se despegaba de Draco, claro que el rumor de extendió distorsionandose por todo Gryffindor al punto que nadie quería tocar a la chica.

-Lo siento, quería proteger a Harry.

-Y yo a Draco.

-Esos chicos les han dado más problemas de los pensados- resolvió Narcissa metiéndose entre ambas y llevándolas a la estancia donde estaban todos reunidos, grande fue la sorpresa de la castala al ver a Harry siendo usado de trampolín por los niños presentes.

-¡Harry!- se preocupó cuando el hijo de Draco se dejó caer sobre el estómago de su amigo.

-¡Te tengo!- Harry atrapó al niño quien seguía riendo con mejillas rosadas

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