Los Malfoy

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-¡Papá!- el pequeño Scorpius de casi seis años corría con pasitos torpes hacia su padre recién llegado.

-¡Hola bebé!

Draco no dudó en atraparlo una vez estaba más cerca, le dió vueltas en el aire sacándole carcajadas al nene que era su viva imagen a excepción de los ojos verdes y cabellos rizado que obtuvo de su madre.

-¡Hay un Kelpie en el lago, la abuela no me cree!

-Scorp, dime por favor que no te volviste a meter al lago

-No...- la sonrisa de su hijo le hizo saber que era todo menos inocente- hice que el abuelo se metiera por mi

Draco enseguida miró a su esposa y luego a su madre quienes asintieron tratando de ocultar sus sonrisas, pero el rubio mayor no pudo, se echó a reír pensando en el rudo de su padre siendo molestado por su pequeño bebé.

-¡Draco Lucius Malfoy!- hablado de su padre- ¡ese pequeño me empujó al lago!

Scorpius reía mientras escondía su pequeña cabeza en el cuello de su padre

-Vamos padre, un poco de investigación no te hará daño- Lucius volteó la cara con gesto indignado, Narcissa solo le acariciaba la espalda ante el berrinche.

-¿Qué tal el día hoy?- Astoria se acercó a besarlo castamente- Eric habló, dijo que te quieren mañana para una sesión de fotos.

--Lo sé, su hermana no deja de repetirmelo desde hace dos semanas, ¿qué tal tú? ¿terminaste el diseño?

-Si, creo que me gusta más diseñar botellas que bolsos, pero la ropa sigue siendo mi mejor trabajo.

-Papá ya me aburrí, ¿podemos jugar?

Los cuatro adultos rieron

-¿A qué quieres jugar?

-Quidditch- los enormes ojos de Scorpius jamás le dejaban decirle que no, eran verdes, no como los de Astoria que eran un verde claro y alegre como el pasto, no, los de Scorpius eran vibrantes e hipnóticos, parecían más bien dos esmeraldas

-Pequeña serpiente manipuladora- gruñó Draco frotando su nariz contra la de su pequeño hijo- vé a cambiarte y pídele a los elfos las escobas, no olvides decir "por favor" y "gracias".

El niño espero hasta estar cerca del suelo para salir corriendo a hacer lo que le pidieron, los adultos estaban embelesados con el nene, no hay nada que no harían por él, Scorpius seguramente era el niño más consentido que, a diferencia de Draco, si le ponían límites y gracias a Astoria, toda esa tontería de la pureza de sangre había quedado en el pasado.

El cómodo y tranquilo silencio se rompió cuando las barreras de la casa avisaron que alguien estaba en la entrada.

Cuando salieron a ver de quién se trataba, se sorprendieron gratamente al tener a una muy sonriente Pansy Parkinson a lado de su esposo, Neville Longbottom.

-¡Draco!

-¡Pansy!

Los dos amigos se saludaron como si en años no se hubieran visto, Astoria no podía sentir celos, no cuando la relación de su esposo y Pansy parecía más a la de hermanos, con el tiempo, Neville también entendió que esa relación era irrompible y por el bien de su matrimonio, había dejado el pasado atrás con Draco a quién ahora podía considerar un amigo.

-Vi tus últimas fotos, bastardo, pareces de 17 todavía.

-No me ves en semanas y lo primero que haces es insultarme, temo que ahora tendré que hechizarte, lo siento Neville, tendrás que buscar otra esposa.

You belong with meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora