Bastardo

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Scorpius sabía que algo andaba mal en su nueva casa, pero no sabía qué, su papá y abuelo susurraban en el despacho, su mamá se veía preocupada y su abuela se mantenía callada más de lo normal, no le gustaba eso.

Cuando preguntó a cada miembro de su familia, todos le juraron que nada había cambiado, Scorpius sabía que si había algo diferente y su respuesta vino de la mano de sus primos.

-Creo que vi al tío Neville llorando, nunca creí que un hombre tan valiente pudiera llorar-dijo Damián también preocupado, en su casa las cosas también eran extrañas y no sabía porqué.

-Tambíen papi y papá han peleado mucho, el tío George nos lleva por helado cuando eso pasa y no puedo creer que vaya a decir esto...- suspiró para darle dramatismo- pero, empiezo a odiar el helado- Dalia dejó a sus primos con la boca abierta ¿odiar el helado?

-Tal vez están tristes o enojados por lo que dice el periódico

-¿Qué periódico?

-¿No lo han visto?- preguntó Alexandria pensando que era obvio- papá lo vió y enseguida él y mamá dijeron "bastardo"- la niña sacó la copia del profeta- aunque no sé si tú eres el bastardo o ese tal Harry Potter.

Scorpius y los mellizos se apresuraron a ver el periódico, en primera plana había una foto de Scorpius y su papi y en otra el señor Harry Potter, recuerda que lo vió en el callejón Diagon dos veces, no le pareció un bastardo, ¿tal vez el bastardo era él?.

Cómo cualquier sangre pura, habían aprendió a leer con apenas cuatro años, sus libros tenían más imágenes que letras, pero podían ser capaces de leer las etiquetas.

Es por eso que, tal vez no pudieran leer y/o comprender lo que decía la nota completa pero si que había un "bastardo" ahí.

-¿Qué es un bastardo?- preguntó finalmente el pequeño rubio

-¡Oh, yo sé!, papá siempre llama bastardo a un tipo del ministerio

-¡Si!, es un señor feo y gordo con cabello horrible- complementó Damian a lo dicho por su hermana.

¿un bastardo era un señor feo y gordo con cabello horrible?, parecía razonable.

-¡No es cierto!- Alexa lo sacó de sus pensamientos- cuando tía Pansy y tío Neville llegaron a mi casa dijeron que Granger era una bastarda, la busqué todo el día entre las cosas de papá y vi que es una niña de dientes grandes y cabello horrible.

¿Dientes grandes y cabello horrible?, Scorpius pareció pensarlo mientras sus primos seguían debatiendo la diferencia entire bastardo y bastarda, el pequeño rubio llegó a la conclusión que los bastardos siempre tenían cabello horrible y entonces sus ojitos se llenaron de lágrimas llevándose las manos al cabello, su mamá siempre pasaba horas tratando de cepillarlo y peinarlo pero nunca podía lograr lo último, su cabello era "rebelde" como una vez escuchó a su papá decir.

Miró otra vez la foto en el periódico y se dió cuenta que si, su cabello se veía "horrible" comparado con como se veía su papá siempre bien peinado, pero otra cosa llamó su atención, el señor Potter también tenía el cabello horrible, más despeinado que el suyo.

Entonces llegó a una conclusión: tener el cabello feo significaba ser un bastardo.

-Yo también soy un bastardo- dijo con pesar el niño

-¿Por qué dices eso?

-¡Miren mi cabello!, dicen que todos los bastardos tienen cabello feo y el mío es así- aunque quisieran, no podían debatir esa lógica

Alexandria le revolvió más el rubio cabello

-Tal vez lo que dice el periódico es para crear un club de bastardos

-¡Si!- apoyaron los mellizos

-Tal vez se den consejos para peinarse

-O se regalan todas esas cosas que venden para el cabello, eso es bueno pero si te regalan algo, asegúrate que sea bueno- digno hijo de Blaise Zabini

Y con eso, el ánimo de Scorpius mejoró, tal vez si era un club, como dijo su prima y a Scorpius le gustaban mucho los clubes, estuvo en uno de esgrima y otro de natación, tal vez esto le ayudaría a verse tan peinado como su papá, porque quería dejar de ser un bastardo y parecerse a la mejor persona que ha conocido, su papá.

-¡Entonces le diré a mis papás que me lleven, así tal vez deje de ser un bastardo para navidad!

Los niños celebraron y salieron corriendo en búsqueda de alguno de sus padres, Alexandria, Damian y Dalia decidieron que también querían entrar al club, ellos no eran bastardos pero no iban a dejar a su primo solo.

Encontraron a los adultos con caras series y ese ambiente que no le gustaba a los niños en dinde todo se sentía tenso.

Pero sus pisadas pusieron en sobre aviso a los mayores y rápidamente trataron de mejorar sus expresiones.

Scorpius corrió hacia los brazos de su mamá y como siempre, lo recibió con un beso que le hizo reír, no tardó mucho para que su papá se uniera a ese "abrazo de oso" y los llenara a los dos de besos.

-Papá, ¿cuando me vas a llevar?- preguntó después del recibimiento

-¿A dónde?

-Con el señor Potter- otra vez el ambiente era tenso- quiero verlo.

La sonrisa con la que dijo su petición le rompió el corazón a Astoria quien solo pudo abrazar más fuerte a su niño, no iba a permitir que Potter se lo quitara pero, ¿qué haría si su hijo ya sabía todo?

-¿Por qué quieres ver al señor Potter, amor?.

-Porque ya lo sé mamá, el periódico dice que soy un bastardo y solo el señor Potter me puede ayudar.

-Hablaremos de esto después- sentenció Draco ganándose un puchero que probablemente acabaría en lágrimas- mejor dale un beso a mamá, sabes que necesita muchos besos.

-¡Si!, porque lleva a mi hermanita y los besos le dan energía.

-Oye todavía no sabemos si es niño o niña- Astoria lo sacudió con cosquillas.

-Pero yo quiero que sea una niña, Damián dice que es divertido tener una hermana.

El aludido solo bufó tratando de parecer molesto y huyendo de las burlas de su hermana.

Por un momento el ambiente regreso a la normalidad, pero todos sabían que no por mucho tiempo, Draco se dijo que tenía que hablar con Potter antes de que su instinto Gryffindor le hiciera cometer algo estúpido.

You belong with meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora