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Como todos los días, el pequeño Juan Nevadas regreso de la escuela, dejo su mochila y fue a buscar algo para comer. Eran las cinco de la tarde y aun faltaban cuatro horas para que algún adulto llegase de trabajar.

Agarro unas galletas acompañadas de un vaso de leche. Comenzó con matemáticas, sus ojos rojos leían los números rápidamente y su mano se movía a una gran velocidad sobre la libreta resolviendo los problemas. Y cuando creyó haber terminado, recordó que tenia que hacer otra tarea mas para la clase de arte.

En principio iba a ser fácil, agarrar una cartulina y pegar macarrones encima con la forma que mas gustase. A Juan le parecía demasiado infantil, pero no tenia otra opción.

Puso una cartulina blanca sobre la mesa, los macarrones aun lado y saco el pegamento de su estuche, pero no le sirvió para pegar  ni un solo macarrón. Necesitaba pegamento liquido y de ese no tenia. Se pregunto donde podía conseguirlo en poco tiempo, su padre debía tener uno en alguna parte. 

Entro al despacho donde su padre tenia documentos. Ahí tenia también todo tipo de material de oficina, solo debía encontrarlo.

Abrió el primero de los cuatro cajones que había en la parte izquierda del escritorio, luego el segundo y así hasta llegar al ultimo, pero nada. Había gomas, bolígrafos... incluso cinta adhesiva, pero para pegar macarrones quedaría demasiado feo. Entonces miro hacia el lado derecho del escritorio, donde había dos cajones más.

En el primero solo habían papeles y algún que otro caramelo, pero al tirar el segundo, este no se abrió. Juan no se fijo que el cajón tenia cerradura, pensó que talvez se había atascado y decidió probar de nuevo, pero tiro con demasiada fuerza y lo rompió. El cajón se quedo en su mano y los papeles que había adentro flotaron a su alrededor durante unos segundos para terminar en el suelo.

El niño se agacho para recoger todos esos papeles y, mientras juntaba las hojas, se percato de que ahí había algo más. Una libreta que parecía bastante antigua, pues en su portada roja estaban escritos en letras doradas el nombre de la empresa que los había fabricado y la fecha señalaba el año 2007,  estaban en el 2023.

El pequeño se pregunto que seria eso y la curiosidad  le llevo a abrir la pequeña libreta para averiguar que contenía. Abrió una pagina al azar y no tardo en descubrir que aquello era una diario, el diario de su padre Alexis.




Malentendido-LuckityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora