Rubí llego en un taxi a la casa de Luzu. Se coló a la parte delantera del jardín y miro por la ventana del comedor. La castaña camino agachada hasta la parte de atrás, levanto sigilosamente y miro por la ventana, reconoció en seguida la cabellera castaña de Luzu.
Frunció el ceño y se quedo apoyada en la pared junto al cristal, la ventana estaba semiabierta. Escucho la voz de Juan riéndose y a Luzu explicándole la moraleja de algún cuento que no supo identificar. Quackity no estaba y el otro niño tampoco. Todo estaba tranquilo. Demasiado tranquilo, lo cual de momento era muy buena señal, pues significaba que nadie había descubierto nada. Suspiro un poco mas aliviada de lo que estaba cuando había llegado y cerro los ojos.
Flashback
-¡¿Qué quieres, Rubí?! -pregunto Luzu, furiosa.
-Venía a despedirme -respondió con una sonrisa descarada. -Quackity y yo nos vamos mañana. No se si te has enterado pero...
-Me parece maravilloso. Ahora hazme el favor de salir de mi casa antes de que te saque yo.
-Tranquila, doña perfecta. No es mi culpa que al final Quackity me haya elegido a mi -continuó mientras caminaba hacia la puerta.
-¡Fuera de mi casa! -grito Luzu fuera de sí.
Fin del flashback
Así había sido su ultimo encuentro con Luzu. Aprovechando que se iban, y esperando que fuera para siempre, Rubí había querido echar mas leña al fuego y herirla aun mas para que jamás quisiera volver a saber nada de Quackity. Pero la chica la había echado antes de lo que esperaba. Escucho voces y se escondió detrás del arbusto mas cercano. No tardo en ver como Quackity y un niño, que debí ser Roier, entraban por la ventana donde había visto a Juan y a Luzu. La ventana se cerro y Rubí volvió a pegarse a la pared para poder escuchar.
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Después de que Quackity y Roier regresaron a la habitación, los dos niños insistieron en que sus padres les permitieran faltar a clase al día siguiente para que pudieran pasar un día en fam8ilia. Ya que no querían casarse, al menos podían darles ese capricho.
-Bueno, pero solo por esta vez -dijo Luzu y los niños la abrazaron. -Iremos al zoológico, supongo que los demás también podrían acompañarnos.
-¡Eso seria genial! -exclamaron los niños.
-También podríamos pasarnos por el parque de atracciones -propuso Quackity.
-Si, buena idea, y podríamos comer en la pizzería que hay justo enfrente.
-Perfecto, a Juan le encanta la pizza, sobre todo la de cuatro quesos -comento Quackity.
-A ti también te vuelve loco la pizza, Quackity.
-Supongo que por eso propones que comamos allí -respondió el susodicho con una sonrisa.
-En realidad yo... lo decía pensando en Roier, pero si a todos nos gusta mejor...
Los niños sonrieron al ver que el ambiente ya no era tan tenso e incluso les pareció percibir un atisbo de complicidad entre Luzu y Quackity. Por fin parecían entenderse.
-Ahora adormir.
-Buenas noches.
-Que duerman bien, mañana tienen que estar llenos de energía.
Luzu y Quackity les dieron a sus hijos un beso de buenas noches y salieron de la habitación. Desde fuera, Rubí había sido testigo de todo lo que ocurrió en ese cuarto y le chirriaban los dientes. No le pasaba desapercibida la forma en que Quackity miraba a su exmujer, su mirada estaba cargada de sentimientos que nunca había visto en sus ojos cuando la miraba a ella. Y no pensaba permitir que la excursión saliera bien.
